4º Día del Ayuno de Daniel

«Andad en el Espíritu, y no satisfagáis la concupiscencia (los deseos) de la carne.» Gálatas 5:16

Andar en Espíritu es andar pensando los pensamientos de Dios.
Es andar pensando en cómo agradar al SEÑOR.

Pensar en Sus Enseñanzas y en cómo practicarlas aumenta la fe y neutraliza las dudas.

Confiar en las Promesas y esperar su cumplimiento elimina a cualquier acción maligna.

Dudando de las dudas, confrontando los miedos e imaginando el futuro prometido se elimina el pasado.

No es posible andar en el Espíritu y con miedo al mismo tiempo.
Por eso es necesario estar siempre, en pensamiento, reprendiendo a los pensamientos negativos.

No cuesta nada resistir a las dudas con un ¡está atado, en el Nombre de Jesús!
Ni es necesario hablar fuerte. Use la Palabra de Dios contra cualquier pensamiento negativo.

Jesús fue corto y duro con Pedro, cuando le dijo:

«¡Quítate de delante de Mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.» Marcos 8:33

No se intimide delante del mal.
Resístalo con firmeza, s i e m p r e.

No piense que sus malos pensamientos se van por sí mismos. Las distracciones pueden distraerlos, pero enseguida volverán.

Es necesario confrontarlos, reprenderlos, resistirlos con la autoridad del Nombre de Jesús.
Ese es el buen combate de la fe, el andar por la fe y el vivir en el Espíritu de la Fe.