Es importante estimular al niño a creer en su potencial, pero, los padres deben tener cuidado con los excesos de elogios. Según una investigación reciente, publicada en la edición online del periódico Proceedings of the National Academy of Sciences, cuando los hijos escuchan que son mejores que los demás, corren mayor riesgo de ser pequeños narcisistas. Esto no perjudica solamente las primeras etapas del niño, sino que puede comprometer su estado emocional en el futuro.

Durante un año y medio, los investigadores entrevistaron a 565 niños holandeses de 7 a 12 años de edad sobre el amor y cariño que recibían. Los resultados demostraron que la mayoría de los niños que son muy elogiados por los padres se consideraba superior a los demás.

El narcisismo se refiere a la exageración en preocuparseo sentir admiración por uno mismo. ¿Cómo se manifiesta este comportamiento en el niño? Graça Maria Ramos de Oliveira y Adriane Bacellar, psicólogas del Instituto de Psiquiatría del Hospital de Clínicas, responden: “entre las señales que se pueden notar como advertencia, tenemos la baja tolerancia a la frustración, dificultad de empatía (ponerse en el lugar del otro) y la necesidad de constante admiración”, dice Graça Maria.

Ella afirma que, si las actitudes del narcisista no se corrigen temprano, las consecuencias pueden afectarlo toda la vida. “Uno de los efectos es que esos niños, cuando son jóvenes, no establecen relaciones duraderas, ya que la otra persona está allí solamente para satisfacer sus necesidades. Al no tener ese retorno, necesitan hacer algo para llenar el sentimiento de falta.”

Cómo lidiar

Para la psicóloga, comparar a los niños, sean hermanos o no, no es una buena estrategia. “Al hacer eso, usted está analizando solamente un aspecto de otro niño, trasmitiendo el mensaje de que hay un modelo de perfección a seguir, lo que de hecho no es real, porque cada uno tiene sus dificultades.”

Una actitud primordial es hacer que los niños aprendan que los límites no son castigos. “De a poco, los padres deben introducir en los hijos la autonomía y la noción de que pertenecen a una sociedad con reglas. Pueden elogiar y valorar lo que el hijo hace de positivo, pero no dejar de hacer con que el niño o joven se comprometa con el cumplimiento de reglas tanto dentro como fuera de casa”, dice.

Los padres no son los únicos culpables

Por otro lado, la estimulación de características narcisistas no viene solamente de la familia. Día a día, los hijos tienen contacto con las otras personas y, principalmente, con los medios de comunicación. La psicóloga Adriane Bacellar habla sobre estas influencias. “Estamos en un momento en que la sociedad busca personas que no pueden fallar. Se creó la ilusión de que para ser feliz tenemos que ser perfectos, pero, eso genera una sensación de eterna impotencia.”

Equilibrio

Por lo tanto, para que su hijo tenga la autoestima alta, sin llegar a ser narcisista, necesita sentirse amado, pero al mismo tiempo desarrollar el sentido de humildad. Es importante dejar que los hijos cometan sus propios errores y aciertos, y apoyarlos cuando sea necesario.

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