En la Escuela del Amor Responde esta semana, el profesor Renato Cardoso explica a la alumna los problemas que pueden ser causados ​​en la relación cuando cada uno sigue un tipo de fe. Ver la respuesta que el conferencista le dio.

Alumna – Estoy volviendo a los caminos de Dios, pero mi novio aún no ha tomado esa decisión. Esta semana habrá una fiesta y yo no quería ir. Hablé para que él no fuera, pero, sin embargo, él dijo que va. ¿Dejo que vaya solo? ¿Termino con él? ¿Tiene algún problema ir en esta fiesta y comportarse? Siempre salimos juntos para todo y tenemos ocho años de noviazgo y compromiso. Ayúdenme.

RENATO – Alumna, voy a hablar primero de los ocho años de noviazgo y compromiso: creo que, si usted ya nos acompaña desde hace algún tiempo, ya sabe lo que normalmente hablamos acerca de novios y compromisos largos. Son relaciones que no tienen destino, objetivos ni propósitos. Esto indica unas citas en las que falta la definición. Además, usted dice que está volviendo a los caminos de Dios y obviamente usted ya comenzó a sentir que las elecciones de ustedes se han vuelto divergentes. En su caso, entendemos que usted estaba lejos y que antes ya estuvo en el camino de Dios, pero su novio sigue indiferente a Él.

De esta manera, usted puede imaginar una encrucijada donde cada uno va a un lado. Esta es su cuestión principal. El problema aquí no es si usted puede ir o no a la fiesta y comportarse, si decide que va con él. Esto puede ser resuelto, pero habrá otras fiestas y situaciones que va a querer hacer algo que va a conflicto con su fe.

Entonces, realmente llegó el momento de empezar a cuestionar el futuro de esa relación. Si usted pretende de hecho seguir una fe fiel a los preceptos de Dios, debe saber que quien es luz no debe mezclarse con las tinieblas, exactamente por razones como la que usted está pasando.Recientemente, conversé con una persona que es de la Iglesia, pero ella se alejó por un tiempo. Antes de volver al camino de Dios, ella se relacionó con un ateo y tuvo un hijo con él. Ahora que ha vuelto a la fe, ella está enfrentando serios problemas de divergencia, uno que se relaciona con la educación del hijo: el marido quiere enseñarle que Dios no existe y ella quiere llevar al niño a la Iglesia. Entonces, usted puede percibir por medio de esta situación el problema generado por el hecho de que dos personas con una fe  diferente se unen. Si usted considera su fe con toda la seriedad que ella merece, entonces tendrá que decirle a su novio, hablar de la decisión que está tomando y que por él no le acompañe, su relación con Dios se vuelve más importante. Creo que le gustaría mucho que él también tuviera esa relación con Dios, pero usted va a dejar claro que no va a imponerlo a él ni que él vaya a Dios por su causa. Va a dejar claro que está decidida a no tener una vida de sufrimiento al convertirse en la esposa de un marido incrédulo. Esta es la principal cuestión que usted tiene que considerar. Esta fiesta que va a suceder es el más pequeño de todos sus problemas.