El mayor ataque a tiros de la historia de Estados Unidos. Es así que ya está siendo denominada la tragedia ocurrida en la noche del domingo, 1 de octubre, a las 22h hora local (2h de Brasilia de lunes, 2 de octubre), en Las Vegas – ciudad turística muy frecuentada por los casinos, casas de espectáculos, eventos a cielo abierto, ferias y convenciones.

En total, 59 personas murieron y más de 500 resultaron heridas durante un festival de música country al aire libre, que reunía a unas 22.000 personas, cerca del casino del hotel Mandalay Bay. Las Vegas también es la ciudad más poblada y densamente poblada del pueblo, el estado norteamericano de Nevada.

El tirador de los centenares de disparos giró desde lo alto del piso 32 del hotel hacia el público del evento. Los tiros fueron dados por Stephen Craig Paddock, de 64 años, un poblado de la región. Él estaba provisto de muchas armas, incluso fusiles de largo alcance, y fue encontrado muerto en la habitación del hotel. Según informaciones de la policía local, el tirador se suicidó.

Salvación eterna del alma

La posibilidad de un nuevo atentado terrorista en el país, o incluso de un ataque deliberado por motivos desconocidos, genera una tensión entre las personas. Independientemente de las motivaciones, acciones como ésta que resultan en tragedias segadoras de vidas nos llevan inmediatamente a una reflexión sobre nuestra condición espiritual.

¿Estamos realmente preparados para el día de nuestra muerte o de un ser querido? Porque, de hecho, la muerte física puede llegar a cualquiera, así como llegó a las casi 60 personas que se divertían en Las Vegas, sin pensar que algo terrible estaba a punto de suceder. Para los presentes allí, aquel sería otro día normal, en el cual cuidarían de sus quehaceres y llegarían en casa para dormir y prepararse para el día siguiente.

Por eso, mantener la vida espiritual en día es esencial, pues la muerte no llega con hora marcada. ¿Cuántos dejan para después una resolución tan importante como entregar la vida a Dios, aquí y ahora, y corren un riesgo innecesario por eso? Muchos se preparan para sus futuras jubilaciones y hacen planes, pero no tienen en cuenta lo que puede suceder en cualquier momento. ¿Cuántos desconsideran la efemeridad de la vida? No importa si la persona goza de perfecta salud, de riqueza o de fama. La muerte llegará a todos.

Nada en este mundo es más importante que la garantía de la Salvación eterna del alma. Por eso, la pregunta que queda es: ¿estás seguro de tu destino final, donde pasará la Eternidad?

En su blog, el Obispo Júlio Freitas, explica que si su respuesta es no, sólo existe una forma de resolver ese problema, que es gravísimo. «Toma conciencia: no puedes vivir con miedo de morir, pues, lo más importante de tu vida es tu alma, el cuerpo muere y vuelve al polvo de donde vino, pero el alma permanece, pues es eterna, y, o, se va a la muerte eterna, pasando la Eternidad separada de Dios (condenada por sus muchos errores sin arrepentimiento) o al Cielo, a la Eternidad con Dios, fruto no de la perfección, sino del arrepentimiento sincero por los pecados cometidos, que nos separan de ¡Dios! «, Alerta.

Por eso, para mantenerse fuerte espiritualmente, participe todos los miércoles de la Noche de la Salvación y aprenda a valorar el bien más precioso que Dios le dio: su alma. Haga clic aquí y busque una Universal más cercana a su casa.