“He aquí, llamarás a una nación que no conocías, y una nación que no te conocía, correrá a ti a causa del Señor tu Dios, el Santo de Israel; porque El te ha glorificado. ” (Isaias 55.5)

 

La persona que reconoce que necesita de Dios para tener vida, la entrega en el altar, y es perdonado. A partir de entonces, sus pensamientos cambian, sus deseos pasan a ser para su Señor y Salvador.