Después de 48 horas ya no distingue si es de día o de noche. Está a unos pesos de quedarse sin nada, a menos que haya algo en el bolso para empeñar.

La tarjeta de débito ya está en 0, todas las de crédito están en rojo y la alianza de matrimonio… esa sí que debe recuperarla… en algún momento.

De repente un golpe de suerte devuelve la esperanza de recuperar los miles de pesos perdidos en horas. Es momento de irse, pero la compulsión es más fuerte que la voluntad propia.

Una ficha por acá, otra por allá y ahora sí, no queda nada para jugar. Es hora de volver a casa, a ver si se puede vender algo, para volver lo más rápido posible.

Este relato es ficción, pero refleja la vida de un ludópata. Una persona que presenta una necesidad incontrolable. Muchos de ellos necesitan asisitir todos los días a salas de juego. Otros intentan llevar una vida normal, pero cada día que pasa se vuelve más difícil ocultar sus deudas y sus largas ausencias.

“Teniendo en cuenta los altos porcentajes de consultas y las encuestas realizadas por Instituciones y Organismos públicos, deberían volcarse más recursos a la atención de la ludopatía. El jugador compulsivo gracias si pide ayuda en un lugar específico de ludopatía, no va a ir nunca a un centro de adicciones en general porque no se identifica con el toxicómano”, señala Walter Martello, defensor del Pueblo Adjunto bonaerense.

10 síntomas para identificar la adicción al juego

1-No puede parar de jugar: Es incapaz de levantarse de la mesa, virtual o real. Si tiene dudas, póngase a prueba y marque un límite. Si no puede cumplir sus propias propuestas es mala señal.

2-Juega con dinero que no puede permitirse perder: Si empieza a preocuparse por una hipotética pérdida que causaría problemas, va por mal camino. El caso extremo es jugar con dinero prestado o robarlo.

3-Las apuestas como un escape: Si el juego es una vía de escape a su vida o a otros problemas, si es compulsiva, debería recapitular.

4-Sigue jugando para recuperar lo perdido: Si sigue jugando con la esperanza de recuperar lo perdido, buscando desesperadamente una racha de buena suerte, pida ayuda.

5-Cada vez juega más dinero: Si la adrenalina que genera el juego lo impulsa a jugar cada vez más para seguir sintiendo lo mismo, es que se ha convertido en un adicto al azar.

6-Hace cualquier cosa para conseguir dinero para el juego: Más allá de consideraciones morales y penales, robar, engañar y recurrir a cualquier tipo de crímenes para acabar jugándose el dinero, es un camino de difícil retorno.

7-Antepone el juego a otras cosas importantes: El autoengaño puede alcanzar la maestría en algunos casos. Si se pierde momentos importantes de su familia y amigos por hacer algo que está abierto las 24 horas del día, está claro que tiene un problema grave.

8-El juego afecta su carácter: Si ve que se está convirtiendo en una peor persona (los otros se darán cuenta mucho antes), debería reconocer ese síntoma lo antes posible y tomar medidas.

9-La negación: Cuando tiene todos los síntomas anteriores, pero sigue negando su adicción, pida ayuda.

10-Tendencias suicidas, escaso apego por la vida: Es quizá el último escalón y suele ir acompañado de fuertes deudas, por lo que nadie debería llegar tan lejos. La adicción al juego puede parecer menos grave que el alcoholismo o la drogadependencia, pero es la más relacionada con los intentos de suicidio.

Si usted o su familiar tiene problemas con el juego y aunque pidió asistencia e intentó salir de la adición por distintos medios, nada pudo ayudarlo, no espere más. Participe este domingo a las 15 h de la Cura de los Vicios en Av. 18 de Julio 2025.