Graciela fue curada de asma y de psoriasis

Graciela: “Llegué a la Universal porque tenía psoriasis en las manos y en los brazos. Con esta última, sufrí por ocho años. Eso me causaba dolor y picazón.
También tenía asma y usaba dos inhaladores. Tenía que dormir sentada porque el asma no me dejaba dormir confortablemente y todo eso me llevó a padecer con depresión.
De esta manera decido concurrir a la iglesia y usando mi fe y siendo perseverante, obtuve la cura para todas mis enfermedades.
También salí adelante económicamente y lo más importante es que dentro de mi tengo la presencia de Dios. Tengo paz”.

Julia superó un trauma que marcó su juventud

Julia: “Yo me crié en una familia problemática donde siempre había peleas, problemas económicos e incluso vicios.
Sin embargo, el momento más difícil que pasé, fue cuando sufrí intento de abuso sexual por parte de alguien muy allegado a mi. Fue ahí que supe lo que era odiar a alguien y mi carácter cambió.
Me volví una joven cerrada, no dormía bien de noche y tenía comportamientos que no iban acorde con mi edad.
Fueron muchos años de sufrimiento que solo logré superar cuando tuve mi encuentro con Dios.
Aprendí a perdonar, superé ese trauma y me casé. Mi vida cambió completamente”.

Fue curada de osteoporosis y de artrosis deformante en la columna

Julia: “Antes de conocer a Dios, tenía problemas de todo tipo, pero el más urgente era mi salud porque sufría con osteoporosis y con artrosis deformante en la columna, eso me causaba dolores intensos y no podía moverme.
Incluso el médico me dijo que mi destino sería una silla de ruedas porque no había otra solución.
Por causa de eso, yo no daba cuenta de mi familia y mis hijos comenzaron a involucrarse con malas amistades y mi esposo llegó a traicionarme.
Después de buscar una solución por varios lugares y sin llegar a nada, decidí ir a la iglesia y fue la mejor elección, porque al aprender a usar la fe, fui curada, mi familia se restauró y mi vida cambió”.

Rossana quedó libre de las enfermedades y su esposo fue libre de los vicios

Rossana: “Sufrí por diez años con fiebre reumática. Yo me engripaba y se me adormecía todo el cuerpo, al punto de no poder caminar. No sentía las piernas, ni los brazos.
También sufría de la columna y debido a esas enfermedades, mi familia también estaba mal.
Por otro lado, mi marido consumía cocaína y tomaba. Él gastaba todo el dinero en las drogas e incluso llegó a faltar la comida en casa.
Conocí la iglesia y al seguir las orientaciones que me daban, logré salir adelante.
Hoy estoy curada, mi esposo también y nuestra familia está unida y en la presencia de Dios”.

Si usted fue victima de una maldición, venga este viernes a las 8h, 10h, 15h y especialmente 20 horas, en la oportunidad estaremos tocando en el Manto de los Milagros. Participe en nuestra Catedral de la Fe, en Av. 18 de Julio 2025 entre Pablo de Maria y Martín C. Martinez y en todas las Universal del país.