¿Quién podría imaginar que el odio tiene sus ventajas? Por lo menos en dos oportunidades podemos ver sus beneficios en acción. El odio a la iniquidad y el odio sufrido por causa de nuestro Señor Jesucristo. (Hebreos 1:9 y Lucas 6:22)
Como sentimiento, este es compañero de la muerte física y espiritual, pues incluso quien odia a su hermano es asesino. (1 Juan 3:15)
Pero el odio que hace bien se refiere al pecado. Quien odia al pecado se mantiene apartado de este y más cerca de lo que es justo, puro y santo. Eso muestra su naturaleza Divina.
También hace bien ser objeto de odio por causa de la fe en el Señor Jesucristo. Eso le da el privilegio de ser bienaventurado. (Lucas 6:22)
El mismo espíritu que actuó en el pasado en Caín es el que actúa en los días actuales. Su ofrenda no fue tenida en consideración con relación a la de Abel, y, a causa de eso, nació el odio en su corazón para matarlo.
A los que me odian les gustaría matarme también. Como no pueden, intentan hacerlo a través de los medios de comunicación.
De cualquier forma, siento gozo y paz en el alma. A fin de cuentas, la Palabra de mi Señor se cumple en mí.
Y seréis odiados de todos por causa de Mi Nombre, pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo. Mateo 10:22
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