Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Después dijo: Hacedlo por segunda vez; y lo hicieron por segunda vez. Y añadió: Hacedlo por tercera vez; y lo hicieron por tercera vez. El agua corría alrededor del altar, y también llenó la zanja de agua. 1 Reyes 18:34-35
Una de las muchas cosas que me han llamado la atención en este pasaje bíblico, sobre Elías en el Monte Carmelo, es el hecho de que él haya requerido tres veces que derramasen cuatro cántaros de agua sobre el sacrificio, lo que representa 150 litros de agua, ciertamente potable que, en aquella época, después de tres años de total sequía en todo Israel, era la cosa más valiosa para todos, ¡y que el pueblo haya sacrificado aquella enorme cantidad de agua SIN CUESTIONAR!
Una de las definiciones de la palabra cuestionar es “levantar una duda sobre” alguien o algo.
¡Aquello fue una verdadera locura de la fe!
A fin de cuentas, ¿cómo pedirle al pueblo que trajera agua en tiempo de extrema sequía? Aquí van algunos motivos obvios:
1. La importancia y el valor que el agua había ganado en los tres años de total sequedad.
2. La manifestación de la verdadera fe, que es la fe definida, que nunca cuestiona, sino que obedece. Si cuestiona ni fe es.
3. El sacrificio para el verdadero Dios, que traería lo imposible de los cielos, que es el Fuego (Espíritu Santo), no podía ser como el que le había sido presentado a Baal. Tenía que ser diferente, especial y mejor. Si fuese solo el animal, sería igual al presentado a Baal.
4. En la sangre del animal sacrificado estaba la vida de él, y también existe vida en el agua. ¡Fue vida (pueblo) por VIDA (Dios)!
Oh Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que Tú eres Dios en Israel, que yo soy Tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra Tuya. Respóndeme, oh Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que Tú, oh Señor, eres Dios, y que has hecho volver sus corazones. 1 Reyes 18: 36-37
La oración de Elías, hecha después del sacrificio especial preparado, reivindicó el Fuego (Espíritu Santo) por razones específicas.
1. Para manifestar delante de todos que Dios era Dios en Israel.
2. Para que todos tuviesen la certeza de que Elías era siervo de Dios.
3. Para que quedara sabido que Elías había hecho todo conforme a la Palabra de Dios.
4. Para que el pueblo reconociese que Dios es el Señor.
5. Para que todos le prestasen atención al hecho de que Dios había enviado Su Fuego (Espíritu Santo) allí, a fin de traer sus corazones de vuelta a Él.
Eso me hace recordar:
Y Dios, que conoce el corazón, les dio testimonio dándoles el Espíritu Santo, así como también nos lo dio a nosotros; y ninguna distinción hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Hechos 15:8-9
Esta campaña en la fe y poder de Elías, con seguridad, va a causar el mayor (puede incluso ser el último) Reavivamiento Espiritual de todos los tiempos, si no hay cuestionamiento. ¡Va a ser extraordinario!
Manténgase conectado