Oigan lo que el Espíritu les dice:
Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. Apocalipsis 21:6
Hay una Fuente del Agua de la Vida junto a usted, aunque su desierto sea el peor de este mundo. Sin embargo, usted tiene que cavar, cavar, cavar ¡hasta encontrar esa Agua!
El Pozo puede ser profundo, pero lo más importante es que Él existe y posee el Agua de la Vida.
Si se queda esperando a que alguien cave por usted, olvídelo. Cada uno está ocupado en cavar para sí. No espere por nadie, o va a secarse en ese desierto.
¿Usted cree que hay Agua de la Vida bajo sus pies?
Entonces, no pierda tiempo, ¡cave! Ponga toda su fuerza, todos sus recursos físicos y espirituales, pero cave…
Pues, lo que garantiza la victoria es la perseverancia, que es la prueba más evidente de la fe sacrificial.