Cuando vemos pasar el tiempo pensamos: “que rápido pasan los días”, ¿no? Parece que los días tienen menos de 24 horas, pero esta es una de las grandes señales del regreso de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Sabemos que los tiempos son cada vez más difíciles. La humanidad se está volviendo más cruel, egoísta y egocéntrica. Esta es también una señal del fin de los tiempos, ya que Jesús dijo que al final el amor se enfriaría. Y esto es exactamente lo que vemos en el mundo: frialdad, egoísmo, crueldad e injusticia.
Todo esto sucede porque estamos en el reino del mundo, que está bajo la autoridad de Satanás, y quien ama al mundo no experimenta el amor del Padre, en Su sabiduría, permite que sucedan ciertas cosas, pero Él. nos ha dado a cada uno de nosotros la autoridad para elegir entre el bien y el mal. El Señor Jesús dijo: “Seréis mis amigos si hacéis lo que yo os mando” (Juan 15:14). Así, quien obedece a Jesús entra en el Reino de Dios, donde encontramos paz y dirección. Es un espacio donde todos tenemos el mismo Espíritu, que nos guía y nos capacita para hacer la Voluntad de Dios, siguiendo lo justo, perfecto y Divino.
Jesús llamó a Abraham su amigo y hace lo mismo con nosotros. A través de Él tenemos el privilegio de ser Hijos de Dios y llamarlo Padre. Podemos hablar con Él en cualquier momento y en cualquier lugar, ya que Él siempre está dispuesto a escucharnos.
Nuestro Señor Jesús nos eligió para dar los frutos del Espíritu, como el amor, la paciencia y el dominio propio, y nos garantiza que, si pedimos algo en Su Nombre, el Padre nos lo concederá. Que estemos, por tanto, siempre atentos a la Voluntad de Dios, obedeciendo y perseverando en el camino de la Verdad. Así, encontraremos gozo y paz en Su Reino, independientemente de los desafíos que enfrentemos.
Obispo Edir Macedo