“Y volvió a decir: ¿A qué compararé al reino de Dios?
El Reino de Dios comienza acá en la tierra cuando uno recibe el Espíritu Santo.
Mientras uno no tiene el Espíritu Santo, no está en el Reino de Dios, y por eso sigue siendo esclavo de los espíritus malignos.
El Espíritu Santo es quien garantiza nuestra entrada en el Reino de los Cielos.
Pero para poder entrar uno primero tiene que estar viviendo en el Reino de Dios, que es sujetarse a las leyes de este Rey.
Es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina…
– La mujer representa la iglesia, la novia de Jesús.
La levadura representa el Espíritu Santo quien nos da la fe y nos revela al Señor Jesús.
Las tres medidas representan:
- Espíritu
- Alma
- Cuerpo
Estas tres áreas deben ser fermentadas por la levadura, que representa al Espíritu Santo.
En nuestra mente: sujetando nuestra manera de pensar, ideas, planes, para que sean de acuerdo a la Palabra de Dios.
En nuestra alma: nuestro corazón está sujeto a sentimientos, tristezas, broncas, rabias, sentimientos de venganza, soberbia, ingratitud, egoísmo.
Debemos dejar que la levadura del Espíritu Santo fermente este corazón de manera positiva.
El quiere fermentar tu alma, corazón, de alegría, de paz, certeza de la salvación, hacerte libre de cualquier trauma, complejo o abuso o malos tratos que hayas sufrido.
En nuestro cuerpo: tu cuerpo siendo poseído por el Espíritu Santo, no será usado por adicciones, violencia, promiscuidad, inmoralidad.
No peritas que tu cuerpo sea usado por el mal.
Si ofrezco mi cuerpo como Su templo y dejo que sea fermentado por la levadura del Espíritu Santo aunque siga con el cuerpo marcado por pircings, tatuajes o mutilaciones o aunque falten miembros del mismo, una vez que haya sido poseído por el Espíritu Santo, su cuerpo espiritual estará completo, sin ninguna marca, perfecto a los ojos de Dios.
Dios quiere que todo tu ser, sea Templo del Espíritu Santo, que seas ciudadano del Reino de Dios y no un religioso o miembro de una iglesia.
Queremos que seas miembros del cuerpo de Cristo.
Porque solo así podrás mantenerte firme y fuerte cuando vengan los problemas.
Tu mente, corazón y cuerpo está en las manos de Aquel que dio la vida por ti.
…hasta que todo quedó fermentado.” Lucas 13:21
Dios no te trajo a Su Presencia para fermentar solo un área de tu vida.
Dios es grande y quiere hacer cosas grandes.
Pero si usted no toma la levadura, no lo hará.
Tomá la levadura y mezclala con toda la harina de tu vida.
- Espíritu
- Alma
- Cuerpo
Si esto no sucede te vas a desanimar. Tendrás una mente débil, un corazón que se entregará de nuevo a las emociones y un cuerpo que volverá a la esclavitud.
Despiértate porque el tiempo está pasando.
Cuando Dios llamó a Abraham, él fue permitiendo que Dios hiciera parte de su vida, no parcialmente, sino totalmente. Puso a Dios por encima de todo.
Él obedeció y Dios lo honró en todo.
Pero cuando Abraham, aceptó la sugerencia de alguien que le dio un mal consejo, tuvo como consecuencias muchos problemas.
Cuidado con los consejos que escuchas.
No de oídos a consejos que le van a generar problemas.
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo.” 1 Juan 4:1
Quien tiene el Espíritu Santo consigue detectar la acción de un espíritu engañador.
Ideas, pensamientos, sugerencias, costumbres, tradiciones que comprometen su conciencia.
Debemos hacer uso de una balanza con las sugerencias, sea de quien sea, debemos pensar y observar si está o no alineada con la Palabra de Dios.
Prueben los espíritus para ver si son de Dios.
Si no hay vida, fe, en esa sugerencia, no la acepte ni practique, aunque desagrade a personas.
Cuando Abraham quiso hacer las cosas a su manera, sin preguntarle a Dios, esa actitud le trajo grave consecuencias.
Todo lo que te traiga duda, no lo consideres, viene del mal.
Que la levadura del Espíritu Santo fermente en tu mente, alma y cuerpo.



























