¿A qué mujer no le gustan los zapatos? Para muchas, es un artículo tan o más importante que la propia ropa, porque pueden combinarse en diferentes looks.
Otras no se preocupan por tener muchos, pero no quieren tirar los más viejitos.
La relación de la mayoría de las mujeres con los zapatos es famosa, todos lo saben. Pero cuando se trata de la manera correcta de guardarlos e higienizarlos, hay muchas dudas.
La organizadora personal Alessandra Mendes aclara que, antes de guardarlos, se deben limpiar. Es importante sacar la suciedad que vino de la calle y el exceso de humedad causada por el sudor. “El sudor hace que el material quede frágil, causa olores desagradables y favorece el surgimiento de hongos. Algunos materiales como el cuero y el charol, tienen terminaciones impermeables que hacen que el sudor permanezca en el interior del calzado durante todo el tiempo de uso”, señala.
Para eliminar el exceso de humedad, se recomienda pasar un diario o papel absorbente en el interior. En seguida, usted debe limpiarlos con un paño. Para eliminar la suciedad de la suela, use un cepillo suave y después un paño seco. “De vez en cuando, límpielos con bicarbonato de sodio mezclado con alcohol, para evitar el mal olor. Busque usar también desodorantes para calzados o talcos antisépticos”, advierte la profesional.
Después de que estén limpios, es importante dejarlos por algunos minutos en un lugar aireado. Pero nunca al sol, porque el calor puede damnificar el material y despegar la suela. “Jamás ponga los calzados en el lavarropas, ni los lave con agua corriente, porque el exceso de agua también destruye el material”, advierte la organizadora personal.
En el momento de guardarlos
La organizadora personal recomienda guardar los calzados en estanterías abiertas. Pero, si no tiene un espacio así, retírelos siempre del armario para ventilarlos. “Lo ideal es mantenerlos aireados, para que “respiren” y evite dejarlos dentro de cajas”, aconseja.
Si sus estantes son profundos, ponga los pares uno detrás del otro. Si tiene profundidad para un solo zapato, póngalos uno arriba del otro – uno con la punta hacia adelante y el otro con el talón hacia adelante.
Para que las botas o sandalias con tiras se mantengan de pie y no se deformen, puede ponerles un pedazo de diario dentro de ellas, cartulina enrollada o hasta un pedazo de botella de plástico.
Con eso consejos de limpieza y conservación, usted mantendrá sus zapatos con la apariencia de nuevos por mucho más tiempo y volverá a usar aquellos que ya estaban tirados en el armario hace mucho tiempo.
Esté atenta al material
Cuero: límpielos con un paño seco. Para conservar el brillo, use una crema específica para cuero o aceite de almendras. Aplique productos impermeabilizantes que evitarán que absorba el agua y se manchen.
Gamuza: Límpiela con cepillo de cerdas duras. Aplique impermeabilizante para prevenir la entrada de agua y manchas. Si se moja, coloque papel arrugado por dentro, para sacar la humedad y evitar la deformación.
Charol: use un paño húmedo y nunca cepillo, para no destruir el material. Para disfrazar las rayas, pásele pomada neutra y retire el exceso con un paño seco.
Plástico: lávelo con frecuencia con agua tibia y jabón de coco, porque el material no deja que el pie “respire”.
Sintéticos: límpielos con un cepillo y limpiador sintético. Los encuentra en zapaterías. Para darles brillo use un lustrador a base de silicona.
Telas: límpielas con paño seco y alcohol.
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