“Los golpes y la disciplina enseñan a ser sabio, pero el que es malcriado sólo avergüenza a su madre.” Proverbios 29.15

El niño que, por la madre, desde joven, es reprendido al cometer errores, estará preparado para no hacer lo que le de la gana, y sí a obedecer lo que se ciñe a la disciplina y el orden. Así, no avergonzará a su familia.