Un estudio publicado en la revista científica Gut reveló una preocupante relación entre el consumo de alimentos ultra procesados ricos en grasas y el aumento de casos de cáncer colorrectal en personas menores de 50 años.
Investigadores de la Universidad del Sur de Florida (USF), en Estados Unidos, analizaron muestras de tumores de 162 pacientes e identificaron la presencia excesiva de moléculas derivadas de ácidos grasos omega 6, que se encuentran en aceites de semillas muy utilizados como el de canola, maíz y girasol, utilizados en la elaboración de productos ultra procesados.
Alerta científica:
Los científicos advierten que estas moléculas tienen efectos inflamatorios en el organismo y desequilibran los procesos de defensa naturales, aumentando la inflamación crónica que puede conducir al desarrollo de enfermedades graves, como el cáncer colorrectal. Para combatir el problema, los investigadores abogan por la adopción de un enfoque nutricional más equilibrado, centrado en la medicina resolutiva, que busca revertir la inflamación restableciendo hábitos alimentarios saludables.
El impacto físico y espiritual:
Además del impacto físico, el estudio invita a una reflexión más amplia sobre cómo las elecciones de alimentos y los desequilibrios en el cuerpo pueden relacionarse con la vida espiritual y emocional.
- La Palabra de Dios resalta la importancia de cuidar el cuerpo como templo del Espíritu Santo. La conexión entre cuerpo, mente y espíritu sugiere que la forma en que tratamos nuestro cuerpo puede influir en nuestro bienestar espiritual.
“¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, procedente de Dios, y que vosotros no sois vuestros? Porque fuisteis comprados por precio; Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, que son de Dios”. (I Corintios 6:19-20)
La comida como acto espiritual:
La alimentación no es sólo una necesidad física, sino también una práctica que refleja intenciones y valores. Elegir alimentos que nutran el cuerpo de forma equilibrada puede verse como un acto de autocuidado y respeto a la Creación.
Inflamación física y espiritual:
El estudio también arroja luz sobre el impacto de la inflamación crónica en el cuerpo y cómo puede tener paralelos con la vida emocional y espiritual. Así como los alimentos ultraprocesados promueven desequilibrios en el cuerpo, los hábitos espirituales nocivos –como la falta de perdón, el estrés acumulado o la desconexión de las prácticas de meditación sobre la Palabra de Dios y la oración– pueden “inflamar” el alma, dificultando el equilibrio interior.
Restauración del equilibrio:
Así como los científicos proponen la medicina resolutiva para restaurar la salud física, las prácticas espirituales regulares, como la oración, la meditación de la Palabra, la gratitud, el perdón, entre otras, pueden verse como una forma de resolver las “inflamaciones” espirituales.
Este estudio sirve como un poderoso recordatorio de que la salud física y espiritual está interconectadas y que cuidar el cuerpo con una dieta equilibrada y evitar comer en exceso no es sólo una cuestión de bienestar físico, sino también una forma de fortalecer la mente y el espíritu. Al fin y al cabo, el cuerpo y el alma conviven, y alimentarlos de forma saludable puede ser la clave para una vida plena y armoniosa.
“Estudio de la Palabra”
Aprovecha este miércoles (8), acude a una Iglesia Universal y participa del “Estudio de la Palabra” . Este encuentro es sumamente importante para mantener la fe de todos los que desean vivir en obediencia a Dios, ya que brinda alimento espiritual a los miembros del Cuerpo de Cristo a través de la lectura, la meditación y la enseñanza de la Palabra de Dios.
En la Catedral de la Fe y en todas la Universal del país.
Y no olvide: traer su Biblia.