En Su Palabra, el Señor Jesús presentó la oración como una herramienta esencial para que nosotros, seres humanos, podamos soportar las luchas y adversidades sin desfallecer, vea:
“Y les refirió una parábola acerca de cómo debían orar siempre, y no desmayar…” (Lucas 18:1)
Y, de la misma manera, afirmó que traería justicia a sus elegidos que claman por su justicia divina, es decir, la acción de su Espíritu:
¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y aun así, él es paciente con ellos? Les digo que pronto les hará justicia. (Lucas 18:7-8)
Lo que necesitas saber:
Los justos pueden estar seguros de que el Todopoderoso es atento y compasivo, y de que responderá a cada una de sus oraciones. Así, quienes pertenecen a Dios disfrutan de su justicia y de la seguridad de que nunca serán abandonados por Él. Mantener el espíritu en constante comunión con el Señor día y noche, como dicen las Escrituras, es un antídoto contra el desánimo y la tristeza. Además, es una manera refrescante de no cansarse de la búsqueda y la espera de las respuestas divinas, explica el obispo Edir Macedo en sus notas de fe, disponibles en la Biblia Fiel Comentada .