¡Maldito sea el engañador que tiene un macho en su rebaño, y lo promete, pero sacrifica un animal dañado al Señor! Porque Yo Soy el Gran Rey —dice el SEÑOR de los Ejércitos— y Mi Nombre es temido entre las naciones. Malaquías 1:14

El Altísimo y Eterno Dios Se presenta ante el “ofrendante engañador” como El Gran Rey, Señor de los Ejércitos, Cuyo Nombre es Temible incluso entre los gentiles, para mostrar Su ira contra los siervos engañadores.

Hay más posibilidad de salvación del alma para los no-siervos que para los siervos engañadores. El engañador se ha burlado del Gran Rey, Señor de los Ejércitos, cuyo Nombre es Temible con desdén, desprecio y de forma fraudulenta. Por eso, ya está condenado a la maldición del Lago de fuego y azufre. Salvo que se arrepienta, mientras está vivo.

Durante Su ministerio terrenal, el Señor Jesús condenó a los engañadores escribas y fariseos hipócritas (Mateo 23).

En la Iglesia Primitiva, inicio de la época de la gracia, el mismo espíritu del engaño se manifestó en Ananías y Safira. Ellos no temieron a Dios, aun sabiendo acerca de la resurrección del Señor Jesús, y Le mintieron al Espíritu Santo.

Conclusión: no tuvieron tiempo de arrepentirse y murieron de forma instantánea. Quiere decir que, bajo la era de la gracia se cumplió la profecía de la maldición (Jeremías 48:10 y Malaquías 1:14) sobre los engañadores.

También el apóstol Pablo advirtió a los siervos de la Iglesia Primitiva en cuanto a participar de la Santa Cena:

Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen. 1 Corintios 11:29-30

Significa que muchos “siervos” indignos comen y beben para la propia condenación (maldición). He aquí la razón de que haya entre ellos muchos débiles, enfermos y hasta los que duermen (murieron).

¿Por qué la profecía de la maldición no se ha aplicado en los días actuales como se aplicó en la Iglesia Primitiva? Se engañan los que así han pensado. Evalúe el estado espiritual de los siervos actuales. Pastores suicidándose, pastores con depresión, expastores, exobispos, exdiáconos, exobreros, exmiembros, en fin, alejados del Altar o desiglesiados. ¿A cuántos conoce usted que están en esa situación?

En todo el planeta, por donde voy, he encontrado más desiglesiados que iglesias. ¿Por qué? Porque insultaron al Dios Altísimo, Señor de los Ejércitos y Gran Rey con sus ofrendas inmundas y sus servicios fraudulentos. Cambiaron el primer amor por el amor al mundo y a sus encantos.

Pocos han restado como los siervos buenos y fieles…