El reino de este mundo es una propuesta de Satanás. El Reino de Dios es una propuesta de nuestro Señor Jesucristo. Entonces todos tenemos que elegir uno de ellos. El reino de este mundo promueve la mentira, la simulación, la vanidad, la injusticia, la guerra, la lujuria y la muerte, mientras que el Reino de Dios es el Reino de la verdad, la decencia, el honor y la vida y, para llegar hasta Él, tenemos al Espíritu Santo, para guiarnos.
Los que se inclinan por la verdad aman la verdad y los que se inclinan por la mentira, pero quieren abandonarla, inmediatamente ven a Jesús invitándolos a entrar en el Reino de Dios, al fin y al cabo Él es el único acceso. Ahora bien, si a una persona le gusta el libertinaje, el desorden, llegará el momento en que la mentira tocará a su puerta para cobrarle los intereses y la corrección monetaria por el uso que hizo de ella. Muchas personas, ante esta exigencia, que puede llevar a la muerte, se desesperan. Y claro, cuando una persona tiene miedo a la muerte es porque está en error con Dios.
Cuando una persona está al borde de la muerte y no tiene miedo de morir, la afronta con una sonrisa en los labios, porque sabe que continuará con Jesús. Entonces, si murieras ahora, ¿estás seguro de adónde iría tu alma? Responda para si mismo.
Cualquiera que viva bajo el gobierno de este mundo ya sabe adónde va. Pero quien vive para el Reino de Dios puede hacer la pregunta tantas veces como quiera, porque siempre está convencido de Aquel que ha creído.
Jesús dijo: “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). Después, también le dijo a Satanás, cuando fue tentado, que “no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra” (Mateo 4:4). Jesús vivió de la Palabra que sale de la boca de Dios y quien vive en el Reino de Dios vive como Jesús. Quien vive de la Palabra que sale de la boca de Dios camina en la Verdad y en la Luz y tiene seguridad de hacia dónde se dirige después de dejar su cuerpo aquí en la Tierra.
Obispo Edir Macedo