En la actualidad, gracias a la tecnología, llegamos a cambiar a los amigos reales por los virtuales. Seguramente ya pudo ver cientos de posteos de momentos, aparentemente felices, de sus seres queridos o personas que sigue en redes sociales.

La persona viaja y lo postea en las redes, encuentra amigos y vuelve a hacerlo, come y lo muestra. No es que sea un problema o que la felicidad no exista detrás de esas fotos. Todos son libres de divulgar su vida, el problema tiene que ver con dos aspectos: el hecho de que la persona condicione su ánimo a la cantidad de “me gusta” y que los que miran los posteos se comparen y se frustren.

La Señora Cristiane Cardoso opinó sobre la mujer, las redes sociales y la modernidad: “Algunas dejan de valorar los pequeños detalles, como las madres que llevan a sus hijos al parque sacando fotos para mostrárselas a sus amigas. Ellas, en vez atesorar esos recuerdos, prefieren mostrar lo buenas madres que son”.

La psicoterapeuta y life couch Eliana Barbosa, dice que el comportamiento en las redes se vuelve un vicio: “Los especialistas en neurociencia explican que cuando recibimos un ‘me gusta’, nuestro cerebro genera una descarga de dopamina, el neurotransmisor producido cuando sentimos placer, ganamos dinero o comemos chocolate. Dependiendo de la persona, eso puede llevarla a tener un trastorno de ansiedad, estrés, episodios de tristeza por no recibir el reconocimiento deseado en las redes”.

3 consejos para usar las redes a su favor

• Organización: Cumpla con todas sus obligaciones y solo utilice las redes sociales en horarios que establezca.

• Desapego: Durante reuniones sociales, almuerzos y cenas familiares, deje de lado los dispositivos. Dedíqueles la atención que se merecen.

• Discreción: Cuidado con lo que postea en las redes sociales. Deje de exponerse y de contar detalles de su vida. A pesar de estar rodeada de amigos virtuales, cuando necesite ayuda, no podrá contar con ellos.