La depresión es una enfermedad silenciosa, solitaria y asesina. Normalmente, quien convive con una persona depresiva no logra percibir que la misma está deprimida, hasta que se vuelve demasiado tarde. Otros, sin embargo, tratan la enfermedad apenas como algo pasajero. Pero, ¿será que sentir una irritación constante, tener dificultades de concentración, estar constantemente de mal humor, sentir una presión en el pecho, angustia, tristeza, o sentirse culpable por todo lo malo que sucede en su vida, tener exceso o falta de sueño, hambre o ausencia de apetito, desánimo, falta de perspectiva y pensamientos suicidas, son apenas meros sentimientos? Muchas personas pasan por situaciones traumáticas y no tienen estructura para lidiar con ellas. Y así entra la depresión. Así como la depresión entró en su vida, ella puede salir, usted no tiene que acostumbrarse a ese dolor. Hay una salida, y fue pensando en eso que comenzamos un nuevo programa llamado “Saliendo de la Depresión”, donde le mostraremos los pasos que usted debe seguir para transformar su vida, así como sucedió con éstas y tantas personas:

La depresión comenzó en mi niñez: “La depresión comenzó en mi niñez. Tenía una angustia muy fuerte, me sentía sola. Me casé pensando que se solucionaría, pero no fue así. Me separé, mi hijo se enfermó, falleció y ahí perdí todo, ese fue el fondo de la depresión. Tomaba muchas pastillas. Una noche vi en la televisión un programa donde decían que la depresión tenía cura. Me comuniqué, me orientaron y vencí. Hoy tengo paz, soy feliz, mi vida cambió.” – Mariana

El divorcio trajo la depresión: “A causa de una separación, busqué refugiarme en vicios. Después que el efecto de los vicios terminaba, volvía a llorar, no tenía ganas de comer, ya nada tenía sentido para mí. Intenté suicidarme varias veces. No podía ver una salida. Mi madre conocía la Universal y me invitó, la acompañé y busqué ayuda. Hoy tengo paz, tranquilidad, no tengo más vicios y vencí la depresión.” – Claudio

Tenía todo pero estaba vacía: “Aparentemente tenía todo, trabajo, familia, pero interiormente estaba mal. Me atendía con psicólogos, estaba muy medicada, lloraba todo el tiempo, no lo podía dominar. Intenté suicidarme, pero no tuve éxito. Conocí la Universal y aprendí los pasos para vencer la depresión. Hoy no tomo más medicamentos, soy feliz, tengo paz y alegría. – Georgina