El día tan esperado por las familias salteñas finalmente llegó, y quedó grabado en la memoria de todos los que estuvieron presentes. Con gran alegría, personas incluso de distintos rincones del país se acercaron para contemplar la inauguración de esta hermosa obra.
Pero este día no solo celebró la apertura de un nuevo templo; también recordó el propósito espiritual detrás de él. Porque, aunque se construyan lugares para buscar la Presencia de Dios, Su mayor anhelo es que cada persona se convierta en Su propio templo. Más allá de presentar una obra nueva, el plan de Dios es que la vida de las personas sea nueva. De nada sirve una catedral impecable si el corazón y la mente siguen siendo viejos.
El pastor Claudene, junto a los demás pastores que han acompañado la obra en Salto, expresó su agradecimiento, primeramente a Dios, a los patrocinadores, a la empresa constructora y a todos los que hicieron parte del equipo que llevaron a cabo la construcción e hicieron posible la realización del proyecto.
A continuación fue consagrado el Altar, basado en lo que está escrito en la Sagrada Biblia:
Ahora Mis ojos estarán abiertos y Mis oídos atentos a la oración que se haga en este lugar, pues ahora He escogido y consagrado esta casa para que Mi Nombre esté allí para siempre, y Mis ojos y Mi corazón estarán allí todos los días. 2 Crónicas 7:15-16
📍 Si desea conocer la Catedral de Mi Familia en Salto, le esperamos en la calle Uruguay 1529.





















































