¿Usted aún no se ha casado? ¿Ya no es hora de que se case? ¿Qué soltera aún no ha escuchado estas preguntas tan inconvenientes? Con certeza, usted ya ha pasado por esto o conoce a alguien que está viviendo esta etapa. Ante tantas exigencias sociales, ¿cómo enfrentar la ausencia de un compañero?

Para muchas mujeres, la cobranza familiar, la edad y la carencia son los factores que más pesan cuando el asunto es la soltería.

Conozco a una soltera que simplemente detesta los fines de semana, porque es cuando las parejas pasean y se toman un tiempo para estar juntos. Mientras tanto, ella se queda sola en casa.

Es muy fácil darse cuenta que, en ese caso, la preocupación no está en encontrar a una persona especial, sino en suplir una necesidad afectiva, una carencia. Ese es un pensamiento extremadamente egoísta.

Para conquistar una vida sentimental bendecida, es necesario, primero, que esté bien consigo misma. Existen mujeres que son inseguras y cargan traumas del pasado, es decir, están llenas de problemas que deben resolverse.

Si la mujer no logra convivir con sus propias dificultades, ¿cómo va a convivir y dividir la vida con otra persona? No es inteligente comenzar una relación con problemas personales y conflictos internos. En el futuro, pueden transformarse en una bomba y contribuir con el desgaste e incluso con el fin de la relación.

Aliada

La soltería no es algo malo, sino todo lo contrario. Ella puede ser su mayor aliada en el proceso de maduración previo que antecede a una relación. Es lo que defiende la escritora Nanda Bezzerra, autora de los libros “40 Secretos que Cada Soltera Debería Saber” y “Más Linda en 40 Días”. “La etapa de soltera es un período para una preparación interior, sirve para que lidiemos con cosas escondidas dentro de nosotras, para que no interfieran negativamente cuando aparezca la persona adecuada”, destaca.

Dios creó a la familia y Él es el mayor interesado en bendecirla con una persona, pero debe estar lista. Si existe inmadurez, dudas y heridas que aún no cicatrizaron, quiere decir que ese momento aún no llegó. Aproveche esta etapa para enfocarse en su cura interior y en sus metas, y verá como las cosas fluirán.

Usted puede y debe evolucionar durante este proceso al participar de las reuniones de la “Terapia del Amor”, dedicada a casados y solteros, que se realizan todos los jueves en la Universal. Para ver las direcciones ingrese aquí.

Antes de encontrar a su pareja, pregúntese:

¿De dónde proviene ese miedo?

¿Y esa inseguridad?

¿Cuáles son las cosas que debo enfrentar ahora?

¿Qué actitudes desagradables no ayudarán a una relación bendecida?

Fuente: www.nandabezerra.com