Con el objetivo de crecer personal y profesionalmente, muchas mujeres se saturan de compromisos y dividen las 24 horas del día entre el trabajo, el marido, los hijos, los estudios y los planes personales.

La psicóloga Fabiana Pina de Sá explica que dedicarnos a varios proyectos y tener varios objetivos sin un buen gerenciamiento emocional puede desequilibrar nuestra vida. Con tantos quehaceres, las mujeres siempre descuidan algún área. “Ellas priorizan la casa, su marido, el trabajo, pero su ‘yo’ que debería ser el centro de su atención, queda de lado”, destaca.

Como consecuencia de eso puede generarse un sentimiento de vacío. La mujer pierde su brillo, se vuelve frágil. Para alcanzar el equilibrio, según señala Fabiana, debe estar apoyado en tres pilares: autoconocimiento, respeto y amor propio.

El vacío emocional es fruto de la falta de esos tres pilares, de una evaluación qué es necesario para nosotras.

El problema no es invertir tiempo en varias actividades, sino al excederse en el tiempo que se invierte: “Cuando buscamos la raíz de todo entendemos que lo que está fuera no podrá llenarnos por dentro. Es necesario que la mujer cuestione qué es lo que valora y cómo está cuidando de sí misma”, aconseja.

El autoconocimiento permite identificar lo que más nos afecta, nuestros desafíos y prepararnos mejor para encarar la rutina. Cuando no nos conocemos sufrimos más embates. “Si identifico una situación en la que voy a desgastarme más, necesito respetarme, si no me cuido, no podré tener equilibrio”.

Si identificó el desequilibrio es necesario tomar medidas y si es necesario dejar de lado algunas actividades. “Las mujeres sufren la ansiedad de querer ser perfectas en todo, pero mire su agenda y pregúntese si esas actividades le permiten estar en paz y si esa es la manera en que quiere vivir”, concluye.

Fuente: vivianefreitas.com