En la actualidad, muchas cosas son motivo de distracción en la vida del ser humana. Noticias, videojuegos y redes sociales han robado el tiempo de muchos. Nunca ha habido tanta información disponible como hoy. El problema es que esta información compite por la atención de las personas y ocupa un espacio valioso en sus mentes.

Estas distracciones además de ocupar tiempo que se debe dedicar a la familia o ha proyectos personales, también desvían el foco de las personas de lo más importante: la intimidad con Dios y la búsqueda del Espíritu Santo.

Muchos cristianos pasan largas horas viendo videos en internet o programas de televisión, sin embargo, al final del día, se dan cuenta que no han invertido en su relación con Dios, la cual podría lograrse a través de la oración y la meditación de Su Palabra. De este modo, también se alejan de la Salvación.

Es innegable que la tecnología ofrece herramientas útiles para la vida humana, pero también es un medio utilizado por el mal para distraer a las personas de la vida eterna. Por lo tanto, muchos comienzan a preocuparse solo por el ahora. Por eso los cristianos necesitan ser conscientes de cómo viven su vida y cuáles son sus prioridades, como lo hizo el joven Daniel.

Incluso en una tierra extranjera, donde la gente era pagana, Daniel no permitió que nada contaminara su fe y su relación con el Creador. Como muestra la Biblia, se aisló de las prácticas y hábitos de la cultura del mundo que lo rodeaba. Daniel cuidaba su alimentación, su salud y oraba tres veces al día (mañana, tarde y noche), aun cuando una ley determinaba que nadie podía orar sino al dios de esa nación.

Basado en el capítulo 10 del libro de Daniel, que narra el momento en que el joven decidió ayunar durante 21 días para buscar el favor, la sabiduría y la comprensión de Dios, La Universal promueve el Ayuno de Daniel. La edición de este año se llevará a cabo del 25 de junio al 16 de julio. Durante el período de 21 días, la propuesta es que los participantes se abstengan de información secular y distracciones.

Este propósito tiene como objetivo que cada persona rescate el tiempo que perdería con distracciones para dedicarlo a lo que es realmente valioso, reflexione sobre la forma en que ha conducido su vida y busque nuevas actividades interesantes que aporten aprendizaje sobre Dios y fortalezcan la relación, con el Creador a través del ayuno y la oración.

Sacrifique por el Espíritu Santo

En uno de sus mensajes diarios en las redes sociales, el obispo Edir Macedo comentó que serán tres semanas de sacrificio diario y aprendizaje espiritual para que el Espíritu Santo habite en la vida de quienes aún no lo conocen y se renueve en el interior de quienes ya lo encontraron– después de todo, lo que garantiza la Salvación no son las obras o las acciones, sino una vida recta ante Dios y Su Espíritu, que se da como garantía de la vida eterna. “En Mateo 7.21, Jesús dice que no todo el que le llama Señor entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la Voluntad del Padre que está en los cielos. Y, para eso, es necesario vivir según los mandamientos dejados por Él, comenzando por amar al Señor sobre todo y con toda su vida y, en consecuencia, amar al prójimo”, explicó.

Viva el amor al prójimo

El obispo Macedo también informó que esta campaña del Ayuno de Daniel no solo será para el fortalecimiento espiritual y recibimiento del Espíritu de Dios a través del ayuno de información y actividades seculares, sino también para intensificar la práctica del segundo mandamiento dejado por Jesús, que es amar al prójimo: “Ayunaremos de manera diferente. En este Ayuno incluiremos el amor al prójimo. Entonces, en estos 21 días, haremos bien a los que están cerca de nosotros, como nuestro cónyuge, familiares, amigos y compañeros de trabajo”.

Para muchas personas, hacer el bien incluso a quienes les hacen daño puede ser un gran sacrificio. Sin embargo, el obispo enseñó que cada uno debe hacer por los demás el bien que le gustaría recibir, incluso por aquellos que los han ofendido de alguna manera: “por el Espíritu Santo, todo sacrificio vale la pena, porque si uno comienza a llevar el amor al prójimo, nuestra vida será diferente, porque el mismo Espíritu Santo dará dirección y guiará nuestros pensamientos”, concluyó.

Aproveche esta oportunidad

No deje pasar esta oportunidad: participe del Ayuno de Daniel y anime a familiares y amigos a experimentar la esencia y el crecimiento que brinda este propósito. Aproveche la oportunidad de estar más cerca de Dios, recibir una transformación de vida y convertirse en una mejor persona.