El sueño de muchas personas, si no es el de todas, es realizarse en las diferentes áreas de sus vidas. Quieren gozar de una buena salud, formar una familia feliz, tener poder adquisitivo, cumplir todas las metas que se propongan, tener bienestar emocional, entre otras cosas. Por ese motivo, se esfuerzan para hacer realidad sus anhelos y para tener una mejor calidad de vida, sin embargo, la mayoría no lo logra.

El problema es que, por alguna u otra razón, esas personas no saben priorizar lo que realmente es fundamental, el Espíritu Santo.

“Mas buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33

Solo el que recibe el Espíritu Santo tiene Su dirección, logra realizarse en la vida y se convierte en una persona totalmente nueva y plena.

No obstante, para recibir la mayor dádiva de Dios, la persona debe alejarse del pecado y vivir en sintonía con el Altísimo. De lo contrario, por más que Lo busque, no podrá recibirlo.

¡Tenga la plenitud de Dios en su vida!

Aunque en el mundo hay crisis, violencia, dificultades y todo tipo de maldades, la presencia de Dios nos protege y nos da las herramientas para que, al usar nuestra fe, conquistemos las promesas Divinas.

Si usted aún no tiene el Espíritu Santo, analice su vida, vea qué cosas han sido un obstáculo para recibirlo y elimínelas. Empiece a priorizar su vida espiritual, porque, cuando reciba la presencia de Dios, usted tendrá todo, principalmente, la Salvación de su alma.