Obispo, ¿todo bien?

He tomado varios versículos para mostrar la acción del Espíritu Santo en la vida del Señor Jesús en este mundo. Si el Espíritu Santo fue vital para el Hijo de Dios, al punto de que Jesús no osara vivir sin depender de Él, mucho más lo necesitamos nosotros ¿no es así?

La mayor arma de Satanás para retardar los propósitos de Dios es hacer que las personas dejen de enfocarse en la importancia del Espíritu Santo. Porque él sabe que estamos en la dispensación del Espíritu, consecuentemente, todo lo que sucede en la Iglesia y en la vida de un hijo de Dios solo se dará por la acción del Espíritu Santo.

Siguen los versículos:

• Fue el Espíritu Santo Quien generó a Jesús en el vientre de María. “(…)no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo.” (Mateo 1:20)

• Jesús crecía y Se desarrollaba con la acción del Espíritu Santo. “Y el Niño crecía y Se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.” (Lucas 2:40)

• Jesús fue conducido al desierto por el Espíritu Santo. “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.” (Mateo 4:1)

• Jesús curaba a los enfermos a través del Espíritu Santo. “Vosotros sabéis cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el Cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con Él.” (Hechos 10:38)

• Fue por medio del Espíritu Santo que Jesús Se sacrificó en la cruz. “¿Cuánto más la sangre de Cristo, el Cual por el Espíritu Eterno Se ofreció a Sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo? (Hebreos 9:14)

• Fue por medio del Espíritu Santo que el Señor Jesús resucitó. “Pero si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el Mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de Su Espíritu que habita en vosotros.” (Romanos 8:11)

• Incluso después de la resurrección, el Señor Jesús enseñaba por medio del Espíritu Santo. “Hasta el día en que fue recibido arriba, después de que por el Espíritu Santo había dado instrucciones a los apóstoles que había escogido.” (Hechos 1:2)