¿Acaso usted ya se detuvo a pensar que su alma gemela puede estar siendo preparada por el Espíritu de Dios? ¿O que Él está intentando moldearla para alguien ya preparado?

Quizás usted esté atrasando esa operación Divina.
Quizás no dé el brazo a torcer e insista en la dirección incorrecta.
Pura terquedad. Usted quiere porque quiere imponer su voluntad.
Mientras ese comportamiento existe, el tiempo pasa y la soledad permanece.
En ese caso, solamente cuando se canse de gemir y, finalmente, se rinda, el Espíritu Santo entrará en acción.

Dios no Se atrasa. Los testarudos son los que Lo atrasan.
No confían 100% en que Él hará lo que prometió que haría.

La fe no se restringe solo al sacrificio económico. Este es apenas una señal de la entrega total e incondicional.

En esa fe no se pierde tiempo. Ella derriba dudas, miedos, preocupaciones y ansiedades.
Rompe todas las barreras entre la persona y Dios.

A partir de entonces, hay perfecta relación entre el Dios Padre y usted.
Por medio del Espíritu Santo en el Nombre de Su Hijo.
¿Usted está convencido/a de eso?

Si Él es Su Padre, ¿por qué no confiar en Su gusto para usted?
¿Por qué insistir en la persona que usted piensa que es la ideal?

Quizá sus gemidos se han mantenido porque usted insiste en delinear a alguien de acuerdo con su corazón corrupto.

¿Piensa que su alma gemela tiene que tener el perfil físico de su corazón?

A él le encantó el perfil trazado por las mentes maquiavélicas en las revistas de moda y belleza.

A usted se le metió eso en la cabeza e insiste en esa terquedad. El alma gemela escogida por el Espíritu tiene el perfil espiritual.

El perfil físico se marchita como maracuyá de cajón. Por su parte, el perfil espiritual madura y permanece hasta que la muerte los separe.

No tenga miedo. ¡Dios no se equivoca en la elección!