La investigación publicada por la revista Stanford Medicine afirma que las circunstancias de los determinantes sociales pueden afectar directamente la salud física y problemas internos.

Entienda:

  • Además de las variaciones genéticas o las opciones de estilo de vida, el pronóstico de muchas enfermedades se ve influido por determinantes sociales como los ingresos, la educación, la vivienda, la inseguridad alimentaria, el apoyo social y otras cuestiones externas del día a día.
  • No significa que la salud de la mayoría de las personas se vea afectada por tales determinantes, pero grandes estudios revelan la fuerte conexión entre tales problemas y, principalmente, los comportamientos nocivos adquiridos por ellos, que desencadenan daños en el cuerpo y la mente.

Porque es importante:

La brecha actual en la salud de muchas personas puede ser el resultado de diferentes situaciones que contribuyen a la falta de oportunidades para que se mantengan físicamente saludables. Sin embargo, la forma en que nos comportamos y reaccionamos ante estas objeciones dicta el estado de nuestro bienestar mucho más severamente.

Como sucede:

  • Ante una situación adversa, muchos descartan sus arrepentimientos a través de bebidas y adicciones, lo que deriva en otros problemas mayores como un alto nivel de estrés, por ejemplo. Otros incluso rompen lazos afectivos y familiares, generando un sentimiento de soledad, conveniente para futuros problemas emocionales.
  • En otros aspectos del descuido con el tratamiento de estas situaciones, están quienes dejan de lado el cuidado de la salud física de su cuerpo, con la falta de ejercicio físico y hábitos alimenticios saludables. Todo esto, sumado a los desafíos de la vida cotidiana y de la convivencia en sociedad, aumentan el riesgo de daño a la salud.

Resuelve tu problema:

Para que los problemas externos se resuelvan, primero, el lado interno debe estar bien definido. Esto requiere disciplina por todos lados, como explica el obispo Renato Cardoso:

  • “Eres el resultado de lo que haces repetidamente. ¿Quieres cambiar tu vida? Tienes que cambiar lo que haces todos los días”.

Disciplinarte en tener reacciones diferentes, hábitos saludables para tu cuerpo y tus emociones significa solucionar el problema que te impide tener nuevas actitudes frente a las adversidades del día a día.