¿Sabías que Dios está sufriendo? Él sufre porque es Padre y Creador y quien se dirige a Él hace que Él actúe inmediatamente. Él no puede imponerte Su Voluntad, sólo puede interferir cuando tú se lo permites y le dices: “ayúdame y ten misericordia de mí”.
En las Sagradas Escrituras, en Zacarías 1.3, Dios dice: “Volveos a mí, dice el Señor de los ejércitos, y yo volveré a vosotros (…)”. El Señor Jesús también dijo: “Venid a mí y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Y Dios sigue con el mismo propósito de recibir a los afligidos, pero muchos no tienen oídos para escucharlo y por eso sufren. En este sentido, Él sufre aún más, porque puede resolver el problema de la persona, pero depende de su deseo.
Dios no creó un robot, pero creó al ser humano a su imagen y semejanza, con los mismos sentimientos que Él tiene. Y esos mismos sentimientos que Él puso en nosotros nos sirven para elegir si obedecerlo o no, servirlo o no.
El Señor Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida (…) y la tengan en abundancia” (Juan 10:10). Si eres madre o padre y tu hijo te dice llorando: “Papá, estoy infeliz y decaído”, ¿qué haces? Siente el dolor de esa criatura que creaste. Así que imagina a Dios. Siente el dolor de todos los que sufren en este mundo.
Está escrito: “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu” (Isaías 57:15). Por lo tanto, Dios habita contigo allí ahora. No necesitas verlo, sentirlo o tocarlo, solo escuchar Su palabra, que es clara. No importa dónde estés. Si cierras los ojos y hablas con Dios, Él te escuchará. Di: “Padre mío, no te veo, no te siento, no te toco, pero sé que el Señor está aquí. Sé que el Señor está viendo mi sufrimiento y que el Señor sufre por ello. Así que ayúdame». Haz esto y verás el resultado. Tan seguro como Dios existe, Él vendrá a ti.
Obispo Edir Macedo