Si estás cargando con el peso de la culpa por un error que cometiste y crees que no hay perdón para ti, dada la gravedad del acto cometido, debes saber que es posible alcanzar el perdón y ser aceptado por Dios, porque Él es misericordioso.

Sin embargo, para que esto suceda es necesario un arrepentimiento sincero.

  • Cuando una persona reconoce y se arroja a los pies de Dios, pide misericordia y es sincera, la logra, puede estar seguro de ello. Haz esto, clama, entrégate y confía en Su misericordia. No cedas ante esa voz que dice: ‘ya no hay oportunidad para mí’, ‘Dios nunca te perdonará’. No escuches esa voz, sino la voz de Dios que espera de ti sólo un suspiro, un gemido, una palabra. Si humildemente recurres a Él y con toda la sinceridad de tu alma clamas misericordia, podes  estar seguro de que Dios no volverá su rostro hacia ti.

Entonces, escribe una carta a Dios contándole todo sobre tu pasado, sobre la culpa que cargas, con un sincero pedido de misericordia, y llévala este domingo 8 de septiembre a la Catedral de la Fe o a una Iglesia Universal más cercana a tu domicilio.