En la Biblia está escrito: «Por eso, es aconsejable que prestemos más atención a las cosas que ya hemos escuchado, para que en ningún momento nos apartemos de ellas». Hebreos 2: 1

Vivimos en un mundo que valora los datos. Cuando la persona se despierta, hay varios mensajes en el teléfono celular esperando ser notados. Si la persona tiene dudas sobre un tema, busca en Internet. Hay quienes siempre buscan una conferencia o un libro que les enseñe algo innovador. La gente tiene cada vez más sed de información.

“Siempre están buscando algo que aún no saben o que creen que si lo hacen, ganarán mucho dinero. ‘Seré feliz, tendré el conocimiento que no tenía’. Es el mismo deseo que en el Jardín del Edén, la serpiente despertó en la mujer: ‘Cuando comas del Árbol del Jardín, te darás cuenta del bien y del mal’. Pero, el Texto Sagrado nos advierte que prestemos más atención a las cosas que ya hemos escuchado. Es decir, las cosas que ya sabemos, que ya nos han sido informadas”, explicó el obispo Renato Cardoso, durante el programa “Inteligencia y fe” (Record tv – canal 608), el 30 de noviembre.

Practica lo que ya sabes

El Obispo agregó que debido a esta sed de más conocimiento, nos olvidamos de practicar lo que ya sabemos.

“Mucha gente está tan preocupada por leer la Biblia, tomar un curso de teología, leer libros sobre la Biblia. Pero cuando vas a examinar todo ese conocimiento que tienen, todo ese peso, no encuentras ni una pizca de práctica. ¿Qué quiere Dios de nosotros? ¿Crees que Él quiere que memoricemos capítulos y versículos y que sepamos recitarlos de memoria? ¿O prefiere que sepamos un solo verso, pero que lo practiquemos? ”, Analizó el obispo.

Luego, explicó que la persona no necesita preocuparse por las partes difíciles de interpretar de la Biblia. Aquellas que son claras, que no necesitan interpretación, son suficientes para que la persona se ocupe.

Por lo tanto, si no practicamos lo que ya sabemos, seremos culpados no por ignorancia, sino por desobediencia consciente. Y este es el peor pecado que existe, porque una persona sabe que está mal, pero desprecia el mensaje de la cruz. Ella está rechazando a Dios. Esté en alerta, porque llegará el Día del Juicio.