La fe natural es algo que todos tienen. Todo el mundo sabe que tiene que trabajar para ganar su salario y poder comer y que tiene que sembrar y luego cosechar. La fe se llama natural y no es necesario creer en Dios para actuar esta fe, porque se pone en acción naturalmente. Sin embargo, la fe que enseña la Biblia es sobrenatural, la cual contradice la natural y proviene del Espíritu Santo. También nos ayuda a entender las tribulaciones.

En la fe sobrenatural, una persona se sacrifica a sí misma, sus necesidades, lujurias y deseos para complacer a Aquel que no ve, toca ni siente, que es el propio Dios. Este tipo de fe obviamente nos hace enfrentar tribulaciones, desiertos y dificultades. Por eso Pablo dice que “nos gloriamos también en las tribulaciones; sabiendo que la tribulación produce paciencia, y la paciencia prueba, y la prueba esperanza” (Romanos 5:3-4).

Usted que está pasando por alguna tribulación, porque su fe es sobrenatural, dale gracias a Dios y Él te hará permanecer hasta el final. Porque si vivimos en la fe natural, huiremos de la guerra y el que huye es fusilado cuando es capturado por el enemigo. Entonces usted, que vive por la fe sobrenatural, sonría, porque estas tribulaciones producen paciencia y perseverancia para tener una fe más sólida y robusta, capaz de hacerlo un gigante para enfrentar y vencer el mal.

Esto también produce experiencia y la persona se vuelve equilibrada, centrada y capaz de tomar posición frente a las guerras, luchas y dificultades. Y estas experiencias producen esperanza.

Jesús dijo que tendríamos problemas y dificultades, que pasaríamos por tribulaciones y por el intenso fuego que purifica el oro para hacerlo más puro. Así que, usted que está en la fe sobrenatural, anímese y manténgase firme, porque esto pasará. Pero para tener esta fe sobrenatural, es necesario nacer de Dios y recibir el bautismo del Espíritu Santo. De lo contrario, difícilmente será posible sobrevivir en este mundo.

Obispo Edir Macedo