El mundo trata de explicar la fe con la Ciencia, pero esto es inexplicable. La fe es algo espiritual, es el Espíritu Santo dentro de nosotros iluminándonos, inspirándonos, guiándonos, exhortándonos y guiándonos. Esta fe es en la que tenemos que basar nuestra vida, pero si miramos las circunstancias, no funcionará.
Mucha gente dice que cree, pero no es así. Así que el resultado de sus vidas es lamentable, porque su fe no está respaldada por la Palabra de Dios. Y la persona que no está estableciendo, fundamentando y pautamdo su vida en la Palabra de Dios está desconcertada y desesperada ante los problemas. Es como lo que pasó con los discípulos: estaban en la barca con Jesús, que estaba durmiendo, y vino una tormenta violenta, que tiró la barca de un lado a otro. Entonces despertaron a Jesús, porque pensaban que se iban a hundir.
En esa situación, los discípulos solo vieron las circunstancias. Jesús estaba allí, y si la barca se hundia, Jesús también se hundiría y moriría con ellos. Pero Jesús no vino al mundo para morir de esa manera. Pero los discípulos, aun creyendo en Jesús, en el momento de la asfixia, se desesperaron.
De la misma manera, si tu fe inteligente está cimentada en el Señor Jesús y la Palabra de Dios y Él está en tu barquito, Jesús no se hundirá y tú tampoco. Esto significa que es necesario establecer y sostener esta fe en lo que está escrito y no en las circunstancias.
Aprende a vivir la fe sobrenatural y no la fe natural. En la fe natural, siembras arroz y cosechas arroz, pero en la fe sobrenatural, siembras la Palabra de Dios dentro de ti para ver suceder lo invisible y lo imposible. Esto es locura para los perdidos, pero para los salvos es el poder de Dios dentro de cada uno.
Obispo Edir Macedo
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