3º Día del Ayuno de Daniel

¿Por qué la mayoría cristiana aún no recibió el Espíritu Santo, si Él ya fue enviado?
¿Qué ha impedido que sea sellada con el Espíritu Santo?
¿Ausencia de fe, de méritos, de dedicación total?

Hay muchas razones.

Creo que la mayor barrera para el descenso del Espíritu Santo ha sido la falta de entrega total.

El Dios Espíritu Santo significa el derramamiento de 100% del Dios Altísimo a los que creen. Quien quiere recibirlo tiene que estar dispuesto a entregarse 100% a Su Hijo Jesucristo.

Él es el TODO DE DIOS por el TODO DE QUIEN CREE.
Lamentablemente, no todos están realmente dispuestos a renunciar a su vida o a sus pecados.

Aceptan a Jesús como Salvador, pero no Lo quieren como Señor.
Quieren gozar la vida libremente sin ningún compromiso serio con Él.

Solo se puede creer en los que dicen creer en Él cuando RECIBEN EL SELLO DEL ESPÍRITU SANTO.

PORQUE QUIEN CREE REALMENTE SE CASA, ASUME SUS RESPONSABILIDADES PARA CON EL SEÑOR JESÚS DELANTE DE LA FAMILIA, DEL MUNDO ENTERO Y DEL INFIERNO.

No existe más o menos. Es sí, sí o no, no. ¡O CREE O NO CREE!

Muchos han fingido que el Señor Jesús es Señor y Salvador de su vida. Finge que Le es fiel. Finge ser espiritual. Finge que Lo busca. Finge que es de Dios. Finge, finge y finge…
Pasan los años y continúa fingiendo.

En el medio político se dice: “usted finge que va a cumplir su palabra y yo finjo que le creo. Y cada uno se arregla como puede.”

Claro que el Espíritu de Dios no finge que cree en la entrega de las personas. Pero como conoce lo más profundo del interior humano, Se entristece de ver tanto engaño.
En compensación, el diablo disfruta.
Y la vida de la persona continúa atada indefinidamente.
Está en la iglesia, es diezmista, hace votos, oraciones, llora, pero no renuncia a su libertad de pecar.

Jesús dijo:

«El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.» Juan 3.36

Obs.: Creer, en el original bíblico, significa entregarse de cuerpo, alma y espíritu, INCONDICIONALMENTE.