Hay una creencia muy equivocada con respecto a Dios que es la siguiente: “Si he vivido una vida correcta y recta delante de Dios, entonces tengo crédito para pecar. Puedo pecar, puedo resbalar aquí, resbalar allá, porque he estado obedeciendo a Dios por cinco, diez, 20, 30 años. Mi crédito está lleno con Dios y puedo sacar un poco de eso y cometer un pecado allí y todo estará bien”.

En cambio, los que viven en el mal por tanto tiempo, que viven una vida de error, pecado, transgresión y desobediencia a Dios, piensan que no tienen como reconciliarse con Él, por todo el tiempo que vivieron en el error, creen que ya no tienen más la oportunidad de cambiar. Entonces, piensan que simplemente tienen que hundirse, porque son un «caso perdido».

Ahora, esto puede funcionar en las relaciones humanas, pero no en la relación del hombre con Dios. Dios no obra de esta manera. Dios dice en Ezequiel 18:24: “Pero si el justo se aparta de su justicia y comete iniquidad, haciendo conforme a todas las abominaciones que hace el impío, ¿vivirá? Toda la justicia que ha hecho no será recordada; en su transgresión con que transgredió, y en su pecado con que pecó, en ellos morirá.”

Dios es el Dios del presente. Dios es el Dios del ahora. Así como Dios no tiene memoria de la justicia del justo en el momento en que peca, que se desvía, que le da la espalda, Dios también borra todo el pasado en el momento en que una persona se vuelve a Él. ¿Recuerdas al ladrón que estuvo junto a Jesús en la cruz? En el momento en que el hombre se volvió al Señor Jesús, el Mesías mismo lo consoló y le dio la oportunidad de ir al Reino de Dios.

Así que la pregunta es, ¿qué estás haciendo ahora mismo? ¿Hiciste todo bien en el pasado hasta ayer? Si es así, gracias a Dios, pero eso ya pasó. Necesitas continuar en la justicia hoy, en el ahora. Así que sigue haciéndolo bien, de lo contrario arruinarás todo lo que ya has invertido. En cambio, si has estado viviendo en el error hasta hoy, pero ahora te vas a volver a Dios, Él no te recordará lo que hiciste mal, te perdonará y te dará una oportunidad. aún hoy, de estar con Él en el Paraíso, que comienza aquí en la Tierra y, después de la muerte, se extiende de manera mucho mejor en el Cielo.

Obispo Renato Cardoso