A NADIE LE GUSTA A HACER LAS COSAS PARA ALGUIEN A QUIEN SE AMA A TRAVÉS DE CHANTAJE, PUES SE CONVIERTE EN ALGO FORZADO E INSUSTENTABLE. LA FE TAMPOCO FUNCIONA DE ESA MANERA

Todos nosotros vivimos haciendo pruebas. Probamos si un aparato electrónico funciona, si el medicamento es eficaz, si un producto vale el precio que pagamos, en fin, todo momento probamos cosas sabiendo que nuestra expectativa podrá no ser atendida y nos podemos decepcionar.

Cuando hacemos una prueba, tenemos siempre una alternativa. Si la primera prueba no funciona, cambiamos de estrategia, cambio de producto o de marca, por ejemplo. El gran problema es cuando traemos esta forma de pensar a nuestra vida espiritual. Pasamos a probar a Dios, imponiendo condiciones o haciendo nuestra voluntad.

Muchos “fieles” ha Dios ha usado esta fe (enferma) en lo que respecta a diezmos y ofrendas, como si fueran capaces de sensibilizar a su Señor, haciendo pruebas con Él.

“Ponemos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos de que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba?”

2 Corintios 13:5

Para tener el resultado esperado, la fe tiene que ser probada. La prueba del diezmo y de las ofrendas es aquella que se hace con plena seguridad. No es una prueba de que puede salir mal. No hay otra alternativa, sino el resultado positivo, porque conocemos la infalibilidad del Portador de la Promesa.

Por tanto, deja de usar tu fe para hacer PRUEBAS, y empieza a PROBAR que realmente crees, dando siempre el primer paso. Tu fidelidad en los diezmos, y prueba de fe en las ofrendas son las que validan tu confianza en Él, y te dan derecho de cobrar respuestas.

MAYO es el mes de la PRUEBA. Todos los que lleguen con su PRUEBA ante el Altar, podrán ver los frutos de una fe utilizada con inteligencia. ¡Participa este Domingo!

¡Dios está contigo, y nosotros también!

Ojf