En noviembre, en toda la Universal, vivimos “El Mes de lo Sagrado”. De esta manera, hemos reflexionado sobre símbolos que hacen referencia a la santidad de Dios.

El Nombre del Señor Jesús:

  • Continuando con nuestra lista de “Las 10 Cosas Más Sagradas”, tenemos el Nombre del Señor Jesús.
  • Para comprender el valor de la autoridad de Cristo, primero debemos comprender quién es Él y qué hizo.

 “Yo soy” desde el principio:

  • Como hemos visto anteriormente , está la Santísima Trinidad, que representa a Dios en Su unidad. Y el Señor Jesús es el Dios-Hijo.
  • Mucha gente no se da cuenta, pero Cristo ha estado presente en la Biblia desde el principio de hecho, es a Él y a Su misión a quien el Espíritu Santo señala a lo largo de todo el Texto Sagrado.
  • Cuando leemos la genealogía física del Señor Jesús, en Mateo 1 y Lucas 3, descubrimos con qué precisión Dios vinculó la historia de innumerables personajes de la Biblia con el “nacimiento” de Cristo. Nada fue casualidad.
  • Antes de venir al mundo en forma de hombre, el Señor Jesús apareció en determinadas situaciones. Por ejemplo, en Génesis 18 y 19, Él se presenta a Abraham. Es como está escrito: “En el principio existía el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1).

El motivo del “nacimiento” de Cristo:

  • Entonces, ¿por qué necesitaba “nacer” en este mundo? La Biblia explica por qué en diferentes momentos, pero hay un pasaje interesante para que consideremos: “Porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados. Por lo cual, al entrar Él en el mundo, dice: Sacrificio y ofrenda no has querido, pero un cuerpo has preparado para mí; En holocaustos y sacrificios por el pecado no te has complacido. Entonces dije: He aquí, yo he venido (en el rollo del libro está escrito de mi), para hacer oh Dios, tu voluntad.” (Hebreos 10:4-7).
  • En otras palabras, cuando el pecado entró en la humanidad, a través de Adán y Eva, en Génesis 3, los seres humanos quedaron sujetos a la condenación eterna, “porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Pero la Biblia también dice que “la vida está en la sangre” (Levítico 17:11). Por lo tanto, para que haya vida eterna para quienes mueren físicamente, alguien debe pagar por el pecado que corre por las venas humanas. La humanidad necesitaba un reemplazo, alguien que muriera en su lugar.
  • Entonces, en vista de esto, el sacrificio de animales para el perdón de los pecados, instituido en el Antiguo Testamento, apuntaba a lo que haría el Señor Jesús, cuando viniera a este mundo: el sacrificio en nuestro lugar.
  • El sacrificio implicó sangre y una escena terrible (tanto para los animales como para el cuerpo de Cristo) para que comprendiéramos la gravedad de nuestro pecado, lo pesado que es. Es una escena impactante.
  • Sin embargo, los sacrificios del Antiguo Testamento no fueron lo suficientemente completos como para poner fin a la condenación eterna. Así, Dios preparó un cuerpo humano para Su Hijo, quien antes de venir al mundo, se ofreció voluntariamente para tal misión para cumplir la voluntad del Padre. Sólo Él era capaz de venir a este mundo y ser perfecto. Con esto, recuperó la autoridad para sí mismo: “[…] A mí me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). Y así restableció el orden en el universo.

El Nombre sobre todo nombre:

  • De esta manera, el Nombre del Señor Jesús está sobre todo nombre. De hecho, en Apocalipsis 5, vemos que solo Él tiene la autoridad para abrir el primer sello, es decir, Él es Quien comenzará el tiempo del fin.
  • “Y cuando tomaron el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero, teniendo todos ellos arpas y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos compraste para Dios de todo linaje, lengua, pueblo y nación; y nos hiciste reyes y sacerdotes para nuestro Dios; y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:8-10).

Celo por este Nombre:

  • Por lo tanto, en los pensamientos terrenales cotidianos, puede suceder que una persona no reverencia ese Nombre. Por eso es importante tener esta conciencia. Vale recordar que uno de los diez mandamientos es: “No tomarás el Nombre del Señor tu Dios en vano; porque el Señor no tendrá por inocente a nadie que tome Su Nombre en vano” (Éxodo 20:7).

Noviembre será “El Mes de lo Sagrado”:

  • Durante todo el mes de noviembre, en toda la Universal, será “El Mes de lo Sagrado”.
  • El objetivo es rescatar algo que se ha perdido en la sociedad actual: el respeto a Dios y lo que apunta a Su honor.
  • Entonces, participa en este período especial.