Dios está en todas partes, pero la mayoría de las personas no lo ven porque han perdido su esencia Divina y espiritual. El mundo está lleno de personas que tienen sus creencias en muchas cosas y personas, pero lo que les falta es fe en Dios, que ocurre cuando una persona lo ve a través de Su Palabra e inteligencia espiritual.
Cuando Nicodemo preguntó al Señor Jesús cómo nacería de nuevo cuando ya era viejo (Juan 3:10), recibió una dura respuesta del Mesías: “Tú eres el maestro de Israel, ¿y no sabes esto?” Jesús nos ilustró a todos, al responder a Nicodemo, que una persona que es maestro de algo no siempre es sabia en las cosas de Dios. Muchos son maestros en lo que eligieron hacer en la vida y excelentes en sus profesiones, pero no entienden lo que es espiritual. Esto es lo que pasó con Nicodemo: sabía lo que estaba escrito, pero cuando Jesús habló del Nuevo Nacimiento –tres veces diferentes– no entendió. El hecho es que las personas son muy buenas en lo que quieren hacer, dominar o aprender, pero ignoran totalmente lo que no les interesa o no buscan aprender.
Cualquiera que ponga su mente a trabajar se desarrollará, ya sea para el mal o para el bien, y, cuando se trata de Dios y del alma, muchas personas son “tontas como una piedra”. No piensan y, aunque son inteligentes, la ignorancia ha bloqueado su comprensión.
La actitud de Jesús de llamar la atención de Nicodemo sirvió de ejemplo para quienes quieren conocer a Dios. Entonces, si quieres saber acerca de Dios, tienes que mostrar interés en Él. No hay otra manera. No conocerás a Dios involuntariamente, sino porque buscaste conocerlo y oírlo, como está escrito en Jeremías 29:13: “Y me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo vuestro corazón”. Entonces, si quieres lo más importante y valioso que existe, esfuérzate por conocerlo. Sólo así alcanzaras el Reino de Dios.
Obispo Renato Cardoso