¡El Espíritu Santo nos es dado para disciplinarnos! Dios es disciplina. ¡Dios es disciplinado!

La palabra disciplina viene del latín discipulus, que significa “pupilo”. Pupilo significa discípulo. Cuando recibimos el Espíritu Santo, Él nos disciplina para que seamos Sus discípulos.

¡MUY FUERTE! Qué honra ser un discípulo del Espíritu Santo.