El rostro apático del actor Ben Affleck durante la ceremonia de los premios Grammy 2023 llamó la atención de los internautas y se volvió viral en internet, convirtiéndose en uno de los temas más comentados en Twitter.

De hecho, es una actitud extraña para alguien acostumbrado al glamour de Hollywood y el mundo de las celebridades, donde la simpatía y las amplias sonrisas estampan los rostros de quienes circulan por este medio.

Cuadro general:

Sin embargo, se sabe que el actor atravesó una etapa convulsa en su vida personal y, en consecuencia, en su carrera.

  • Enfrentó problemas de alcoholismo, habiendo incluso pasado por una clínica de rehabilitación;
  • En el 2018, pasó por un turbulento divorcio con la actriz Jennifer Garner;
  • Desde los 26 años toma antidepresivos;
  • Sufre de compulsión por la comida y adicción al juego;
  • Fue dejado de lado por los estudios;
  • Fue muy criticado por su actuación como Batman.

Por qué es importante:

La gente en general tiene la falsa ilusión de que quien alcanza la fama, el éxito, la riqueza, automáticamente alcanza la ansiada felicidad. Entonces, cuando ven a alguien que ya ha logrado todo esto con cara de tristeza y abatimiento, se sorprenden, y el caso hasta se convierte en noticia. Es como si fuera una ofensa que alguien como Ben Affleck se permitiera estar triste.

Sin embargo, ni la condición social, ni la fama, ni la riqueza, ni la belleza, son capaces de proporcionar al ser humano la paz mental y la alegría que embellece el rostro, como describió el rey Salomón:

“El corazón alegre hermosea el rostro;Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.” Proverbios 15:13

El ejemplo de Ana:

La Biblia trae la historia de Ana como ejemplo. Era una de las esposas de Elcana, pero era estéril. La Biblia relata que por no poder darle hijos a su esposo Ana era una mujer triste, vivía abatida y llorando en los rincones, aunque tenía el amor de su esposo y una vida cómoda. Penina, la otra esposa, a su vez, aunque le había dado muchos hijos a Elcana, también estaba desdichada, porque no tenía el amor de su marido. ¿Qué aprendemos de ello? Que ambas buscaban la felicidad en el lugar equivocado.

Ana fue curada en su alma:

Afortunadamente, Ana descubrió eso a tiempo. Anualmente, la familia acudía al templo a adorar a Dios y Elcana, conociendo el deseo de Ana, siempre presentaba ofrendas a favor de su esposa. Pero fue solo cuando Ana se presentó ante Dios y expuso su angustia y aflicción, poniendo su esperanza en Él, que alcanzó la paz mental y el gozo que pensó alcanzaría cuando diera a luz a un hijo. Pero ese día, después de entregarse a Dios, su semblante cambió, su alma fue sanada y se convirtió en una mujer plenamente feliz, aunque no tenía hijos.

Más tarde quedó embarazada de Samuel, fruto de su voto a Dios. Pero la fuente de su alegría no era su hijo, sino su comunión con el Altísimo.

¿Por qué se enferma el alma?

La persona tiene el alma enferma porque insiste en vivir lejos de Dios. Solo el Creador del alma puede satisfacer las necesidades de su alma. Y sólo hay un camino a Él: el Señor Jesús (Juan 14:6).

Semana de la Cura del Alma

Entonces, si así como la de Ana su alma está enferma, participe de la “Semana de la Cura del Alma”, que comenzará este domingo 12 de febrero y se extenderá hasta el 19 de febrero, en todas las Universal del país.