La Palabra dice que el hombre no debe burlarse de Dios, pero la persona que comete injusticia imagina que será inmune. Los transgresores no serán absueltos y, si no pagan en la justicia de los hombres, pagarán en la Justicia de Dios. Lo prometido se hará realidad. Sea la persona buena, o mala persona, él cosechará lo que siembra.

Vivimos en un mundo donde los valores están invertidos, donde hay ilusiones, mentiras y fantasías, y todos estamos sujetos al error. Entonces, ¿cómo sabemos si estamos tomando las decisiones correctas?

En el Salmo 25:12 dice: “¿Qué hombre hay que teme al Señor? Él te enseñará el camino que debes seguir”. Dios enseña lo que es correcto y los que no le temen serán “asnos en el agua”. Dios nos guía, nos enseña y nos ayuda, cuando obedecemos Su Palabra.

Uno de los mandamientos dice: “Honra a tu padre ya tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor tu Dios te da” (Éxodo 20:12). Pero lo que ves son muchos jóvenes perdidos en las drogas, desorientados. Por no haber honrado a su padre y a su madre, mueren estúpidamente. De nada sirve que una persona quiera sustraerse a la Ley de Dios: puede hacerse el sordo, pero cosechará todos los frutos de su siembra.

Necesitas hacer un análisis de tu vida. Lo que coseches mostrará lo que estás sembrando. Muchos, por ejemplo, mienten, hacen pasar por alto a otros, hacen todo lo que está mal, pero no deben dudar de que todos los frutos se recogerán. Los frutos de la obediencia son dulces y los de la desobediencia son amargos. Si te casas por codicia, de manera equivocada, puedes estar seguro de que el matrimonio no durará.

Está en tus manos. Si no está seguro de cómo proceder, pero vive de acuerdo con los mandamientos del Señor, Él lo ayudará a tomar decisiones. No sirve de nada ser caritativo o amable, si tomas la decisión equivocada, tarde o temprano cosecharás las recompensas.