Entonces volveréis a distinguir entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no Le sirve. Malaquías 3:18

La peor crisis que existe no es la económica, la política o la de la salud, ¡sino la espiritual!
Vemos eso en la vida de las personas dentro de las iglesias, en la diferencia entre la fe real y la fe engañosa.

La fe de los profetas de Baal era engañosa, por eso no había FUEGO (1 Reyes 18:21-29). Si no hay FUEGO es porque la fe aún no fue manifestada de forma real.

Para examinar si la fe es real o pirata, es necesario confrontarla con la Palabra.
Si estuviera de acuerdo con lo que está determinado en la Palabra, entonces es real, de lo contrario, ¡es engañosa!

Elías llevó a los profetas de Baal a esa confrontación e hizo que vieran cuán engañados estaban.

Nosotros, como Elías del siglo XXI, tenemos que abrir los ojos de las personas y liberarlas de la fe engañosa que solo elude, atrasa la vida y las mantiene apagadas dentro de la iglesia, sin el FUEGO del Espíritu Santo.