Cuando evalúas las Escrituras, comprendes que Dios designó algunas cosas como sagradas. El significado de «santo» es «apartado para el propósito Divino». Son cosas físicas que podemos tocar y conocer.

Podemos considerar que hay cosas muy santas. Si lo pusiéramos en una pirámide, en la cima estaría el propio Dios, que es Santo (como dicen los ángeles en Apocalipsis 4:8).

Cuando instruyó sobre la construcción del Tabernáculo, vemos que diseñó un lugar llamado “Lugar Santísimo”, que era donde se encontraba el Arca del Pacto, que a su vez era la representación del propio Dios.

También tenemos el Espíritu Santo, que es el Espíritu de Dios (hay muchos espíritus, pero solo uno es Santo).

Asimismo, tenemos la Santa Biblia, que es la Palabra que Él dejó para revelarse a los seres humanos. Cuando Dios quiso revelarse a los seres humanos, no vino en imagen, porque no quiere ser adorado por los sentidos, sino por el espíritu (entendimiento) de la persona. Dios quiere ser adorado por personas pensantes. Lamentablemente hay seres humanos que son inteligentes en muchas cosas, pero son analfabetos espiritualmente, porque no quieren ser educados en la Santa Palabra de Dios. Creen en el gurú de Internet, en el libro más vendido, pero no creen en la Palabra de Dios.

El Nombre del Señor Jesús también es sagrado. En los Diez Mandamientos descubrimos que no podemos usar el Nombre de Dios en vano (Éxodo 20:7).

La vida también es sagrada. Por eso matar es un pecado capital (Éxodo 20:13). Tiene que haber respeto por la vida, pero hoy en día se ha convertido en cualquier cosa (lo vemos en los abortos, robos y los gobiernos que no se preocupan por la vida de las personas).

¿Y qué pasa con el matrimonio? Sea el matrimonio honroso en todos”, dice las Escrituras (Hebreos 13:4). Pero la gente no quiere casarse, fue algo banalizado.

El mundo ha estado tirando al barro las cosas que Dios declaró sagradas en las Escrituras. Porque si nada es sagrado para mí, entonces pierdo la noción de Dios.

¿Por qué señaló ciertas cosas como sagradas? Es para que yo, un ser humano, que no puedo verlo, llegue a respetarlo con actitudes. Dios quiere nuestro honor, pero ¿cómo puedo respetar a quien no veo? “Respeto” significa “mirar con consideración”. Entonces, Dios dejó ciertas cosas físicas en este mundo para que los seres humanos, al practicarlas, puedan respetarlo.

Por ejemplo, la familia es sagrada porque representa a Dios. Respeto a mi padre y a mi madre, porque representan a Dios. Respeto a mi esposa porque ella representa a Dios para mí. La sagrada familia me enseña a respetar a Dios.

El Altar también es sagrado. De los pocos que hoy quieren casarse, muchos no quieren casarse en el Altar. Algunos optan por ir a un lugar exótico: playa o montaña (para salir bien en la foto y tener éxito en las redes sociales). Y no sorprende que muchas parejas se divorcien rápidamente.

Si has perdido la noción de lo sagrado en tu vida, seguramente te has distanciado de Dios, porque lo sagrado nos enseña a servirle. Si tu relación con lo sagrado es inexistente, tu relación con Dios es inexistente, porque nos es imposible relacionarnos con Él y no tener respeto por las cosas sagradas. Evalúa esto, porque puede ser un diagnóstico de tu situación actual.

Piensa: ¿cómo te relacionarás con las cosas sagradas?

Obispo Renato Cardoso

Fuente: https://www.universal.org/renato-cardoso/post/as-10-coisas-mais-sagradas/