El año del 2021 está llegando a su fin y ya se le está dando la bienvenida al 2022. Muchos se preparan para ese momento transitorio: se organizan para convivir con la familia y amigos o hay quienes deciden estar en las plazas o lugares públicos para festejar.
Sin embargo, para muchas personas el 2021 fue uno de los peores años, ya que les trajo mucha tristeza, decepción, entre otros problemas. Pero, son pocos los que están luchando para poder iniciar el nuevo año con una vida transformada y bendecida, bajo la visión que proviene de Dios.
Por otro lado, hay quienes no aceptan iniciar el año nuevo con el mismo sufrimiento y aflicción que han vivido, sintiéndose solos. El problema es que no saben cómo luchar contra eso, o quizá saben, pero un día se alejaron de la fe y creen que no tienen más oportunidades con Dios.
El único que puede dar las fuerzas y la dirección para enfrentar los desafíos del 2022 es el Espíritu Santo. Por eso, en la noche del 31 de diciembre, el obispo Edir Macedo estará en el monte Hermón haciendo una oración especial por aquellos que no aceptan vivir sujetos a la realidad que han vivido, sino a la verdad que proviene de la Palabra de Dios. A través de esta oración, será determinado que sus vidas serán transfiguradas y resplandecerán la luz que proviene del Espíritu Santo, como aconteció con el Señor Jesús cuando subió al Monte Hermón:
«Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz» (Mateo 17:1-2).
Dios quiere ser glorificado en la vida de aquellos que viven conforme a Su voluntad en el 2022. Por tal motivo, se llevará a cabo la Vigilia de Año Nuevo el viernes 31 de diciembre, a las 22h. donde será determinada una transformación de vida en el 2022. No importa la situación que esté pasando, aproveche esta oportunidad para que Él se manifieste en su vida.
Y si un día se distanció de Él, esta Vigilia es una gran oportunidad para recomenzar. No falte, permita que Dios forme parte de este nuevo periodo.
Le esperamos en la Universal más cercana a su hogar.
No olvide invitar también a sus familiares y amigos, tal el Señor Jesús hizo al llevar a tres de Sus discípulos para el momento de Su transfiguración.
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