A mucha gente le gusta levantar la bandera de la propia personalidad, como si ésta fuese inmutable. Pero, ¿ya se dio cuenta que nuestra personalidad cambia como el día y la noche? Dependiendo de la situación, usted es simpática o no, espontánea o no, cariñosa o no, comprensiva o no, ansiosa o no, osada o no, tímida o no, en fin…Es evidente que siempre hay algunas características en nosotras que sobresalen más, y son justamente esas que pensamos que determinan nuestra personalidad, pero eso no es totalmente real.

¿Cuántas veces, dependiendo del día del mes, no somos un poco más sensibles? Unas lloran y otras se irritan fácilmente, pero eso no quiere decir que son lloronas e irritables, y sí que están sufriendo las consecuencias de los cambios hormonales del cuerpo. Y, ¿qué decir de las veces que usted es audaz y hace algo que, incluso, usted queda impresionada consigo misma, para después recordar el episodio con cara de quién no puede reconocer a la propia persona que fue?

Nuestra personalidad cambia mucho, más de lo que imaginamos. Es por eso que no debemos pensar de la forma que la mayoría piensa, que nació así y va a morir así. Quién piensa así, en el fondo quiere justificar un error en sí mismo, como si aquel temperamento fuerte hiciese parte de su personalidad; por lo tanto, quién quiera estar a su lado que se acostumbre con las groserías. ¡Una verdadera disculpa vacía! Eso porque ese temperamento fuerte que ella tiene no se manifiesta, por ejemplo, cuando está al lado de alguien que no conoce o que respeta profundamente, con su jefe o un cliente. Si ella es tan nerviosa así, ¿por qué no es nerviosa con ciertas personas?

Reconozcamos los hechos: aquello que siempre pensamos hacer parte de nuestra personalidad y le hace mal a nuestros relacionamientos, necesita ser reconocido y removido. No importa si usted tuvo que aprender desde temprano a tener el control de todo en su vida, la verdad es que usted no tiene control sobre todo. ¡Pare de engañarse y hacer la vida de todos a su alrededor un verdadero tormento!

Yo tengo cosas en mi personalidad que precisan ser eliminadas. Sé que no es fácil reconocer ni lidiar con ellas y que sería mucho más fácil, simplemente, convivir con ellas y esperar a que los demás se acostumbren…Lo que sería una verdadera injusticia, principalmente, hacia aquellos que me aman.

¿Se acuerda del apóstol Pablo? Él era tan audaz, que siempre sobresalía entre los discípulos, pero su osadía se transformó en cobardía en el momento que se encontró en una situación de vida o muerte, y negó su fe tres veces. Toda aquella personalidad fuerte de Pedro se derrumbó en pocos minutos. Tenemos que dejar de basarnos en un tipo de personalidad y reconocer que somos imperfectas y precisamos perfeccionarnos constantemente.

¿Qué tal comenzar a perfeccionar su personalidad este mes? Aquella que usted precisa tener…

Su marido reclama que usted no es cariñosa, aprenda a ser cariñosa.
Su madre reclama que usted solo la llama cuando la necesita, aprenda a ser atenta.
Su hija reclama que usted está siempre metiendo el dedo en la llaga y la critica por todo, aprenda a ver el lado bueno de ella.
Su amiga reclama que tiene que actuar con mucha cautela cuando está cerca de usted, aprenda a ser agradable; incluso cuando todo no va nada bien para usted.

En fin, vea lo que puede cambiar en su personalidad y usted será una mujer mucho mejor y feliz.

¿Acepta el desafío? ¿Qué es lo que pretende hacer entonces?

En la fe.