El Ayuno de Daniel comienza el 11 de marzo y finaliza el Domingo de Pascua, 31 de marzo. Esta es una oportunidad para evitar las distracciones cotidianas, buscar el Espíritu Santo y fortalecer la fe.

Muchas personas esperan el momento adecuado para iniciar un proyecto o cambiar algo en su vida diaria, lo que también ocurre en relación con las decisiones vinculadas a la vida espiritual. Si este es tu caso, ya no hay excusa: el Ayuno de Daniel, que comienza el 11 de marzo, es una gran oportunidad para quienes buscan acercarse a Dios, fortalecer su fe y alcanzar la plenitud de vida.

Este año, el propósito, que dura 21 días, finalizará el Domingo de Resurrección, 31 de marzo, fecha que hace referencia al camino del Señor Jesús y Su sacrificio, y, por tanto, serán días para caminar como Él.

El propósito está destinado tanto a quienes desean recibir el Espíritu Santo como a quienes ya lo tienen, pero quieren consagrarse a Dios.

Caminando con Jesús
El Ayuno de Daniel permitirá a los participantes inspirarse en las lecciones de Jesús y fortalecer su comunión con el Padre para prepararse para cualquier desafío en la vida. La propuesta es ayunar de otra manera: en lugar de privarse de alimentos, la persona debe desconectarse del exceso de contenidos seculares, noticias, redes sociales y todo aquello que le roba la paz y le genera ansiedad, estrés y preocupación. De esta manera habrá más tiempo para invertir en la fe.

El ayuno de Daniel es una forma de desintoxicación mental. “Según la Biblia, el Espíritu Santo es la mente del Señor Jesús y nuestro espíritu es nuestra mente. Entonces, cuando dejamos de lado la información y las distracciones seculares y nos dedicamos al contenido espiritual, nuestros pensamientos se llenan de Su Espíritu”.

El mayor deseo del alma
Este propósito es único, ya que representa un momento en el que el Espíritu Santo encuentra mayor receptividad en los seres humanos y más libertad para hablarles. El Ayuno de Daniel es muy importante para nuestra vida espiritual. Y, por supuesto, si alguien está decayendo en su fe, será renovado participando de este propósito.

No hay excusa para no participar en el Ayuno: cuando alguien dice que no puede hacer el Ayuno de Daniel, lo correcto sería que dijera: ‘No deseo el Espíritu Santo tanto como digo’. Sí’. Al fin y al cabo, desde el momento en que una persona tiene sed de Él, mantendrá su atención en el ayuno y, de esta manera, recibirá el Espíritu Santo.

Consejos para participar en este propósito

Dedicar más tiempo a la lectura de la Biblia, preferiblemente por la mañana, antes de iniciar cualquier actividad.

Acceda a contenidos que contribuyan a fortalecer su fe, como los disponibles en el portal universal.org.uy, El Universal, Red Aleluya y los blogs del Obispo Edir Macedo, Obispo Julio Freitas, Viviane Freitas, Obispo Renato Cardoso y Cristiane Cardoso.

Evite consumir excesivamente noticias seculares, navegar por las redes sociales y perder el tiempo en sitios de compras.

Intenta ir a la iglesia con más frecuencia, ya que así podrás fortalecer aún más tu comunión con Dios.

Haz propósitos de oración y ayuno enfocados en buscar el Espíritu Santo o renovar tu fe.

Abstente de series y películas seculares e invierte tu tiempo libre en producciones basadas en la Palabra de Dios. La plataforma Univer Vídeo tiene opciones para toda la familia

Lea libros que hablen sobre la fe para aprender más sobre ella y el recibimiento del Espíritu Santo.