El evento “Usted Puede” en Montevideo, Uruguay.
Milagros extraordinarios sucedieron en esta mañana, donde muchas personas fueron liberadas de la depresión, enfermedades, vicios y otras maldiciones.
En este evento el Espíritu Santo nos guio para hablar sobre la Fe que agrada a Dios.
Para que suceda una transformación de vida, solamente es necesario una cosa, y todos la tienen, pero no todos la viven de la forma correcta, esta es la fe obediente.
Muchos no prevalecen delante de las dificultades, tentaciones y tribulaciones, porque tienen una fe débil, una fe basada en los sentimientos, en cosas o personas. Y por ese motivo no sucede un cambio de vida.
Por otro lado, quien vive una fe obediente, está basado solamente en la Roca, el Señor Jesús, y por eso, avanza, prospera y alcanza el milagro.
Esta fe no tiene sentimiento, es una fe que piensa, que razona y no se deja llevar por las circunstancias desfavorables.
Así como está escrito en el libro de Isaías 53:3-4
“Fue Despreciado y el más Desechado de los hombres, varón de dolores, y experimentado en sufrimientos; y como uno de quien los hombres escondían sus rostros, Fue Despreciado, y no Lo tomamos en cuenta.”
El Señor Jesús sufrió por cada uno de nosotros. A causa de Su fe obediente, fue despreciado, humillado y rechazado, pero todo lo hizo con un Propósito:
“En verdad, Él tomó sobre Sí nuestras enfermedades, y Llevó nuestros dolores; y Lo tuvimos por afligido, por herido de Dios y oprimido.”
Las luchas y dificultades que enfrentamos hoy, no se comparan al dolor que el Señor Jesús padeció por nosotros para salvar nuestra alma.
Nuestra fe debe ser aprobada por Dios, y para eso pasaremos por tentaciones y desiertos. Así como la flor debe ser molida para extraer su perfume, de la misma manera, el seguidor de Cristo debe pasar por luchas, para ser “molido”, y así exhalar el buen perfume de Cristo.
“Para que la prueba de vuestra fe, que es mucho más preciosa que el oro que perece y se prueba con fuego, sea hallada como Alabanza, Honor y Gloria en la Revelación de Jesucristo.” 1 Pedro 1:7
Y recuerde: Jesús nunca deja de creer en nosotros, aunque tengamos nuestros errores, Él solo espera que aprendamos de ellos.
De Aquí en adelante Todo diferente.
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