Muchas mujeres piensan que no son sentimentales, pero algunas actitudes, aunque pequeñas, demuestran lo contrario

¿Por qué es fácil, sobre todo para la mujer, dejar de sobresalir sus sentimientos? La vida sentimental, por ejemplo, es una de las áreas más afectadas cuando se basa en las emociones para tomar algunas decisiones y, actuando así, acaba «cambiando los pies por las manos». Sin embargo, hay otras consecuencias negativas cuando se hacen elecciones emotivas, como la desorganización de las finanzas, la falta de objetivos y la relación con malas amistades. Aunque la sensibilidad femenina es apuntada como justificación para ello, hay una característica que desafía la propia naturaleza de la mujer – y no es el hecho de que actualmente se considere empoderada, como dicen por ahí. En realidad, lo que la hace saber lidiar con las emociones es su fe, su Encuentro con Dios, el Nuevo Nacimiento. En el libro de Isaías 11.2 leemos: «Y reposará sobre él el Espíritu del Señor, el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de consejo y de fortaleza, el espíritu de conocimiento y de temor del Señor. Es decir, la mujer que es nacida del Espíritu es perfectamente capaz de controlar sus emociones. Entonces, si el Espíritu Santo es entendimiento, ¿por qué muchas mujeres toman actitudes equivocadas, aunque estén en la Iglesia?

Fé emotiva x inteligente.

La columnista Viviane Freitas dice que la fe emotiva es contraria a la razón. «Cuando la persona no medita en la Palabra de Dios o no usa la inteligencia, puede vivir una fe emotiva sin darse cuenta. Ella destaca que hay mujeres que viven la fe emotiva, pero luego la detectan y buscan corregirse. Sin embargo, sólo quien se analiza interiormente logra constatar esa característica. «La fe inteligente cobra la respuesta de las acciones de la persona y averigua sus actitudes ante las circunstancias. Usted debe evaluarse, quedarse elegante consigo mismo, con su actitud. «Observe en sí», recomienda Viviane.