Por mucho que ignoren la necesidad del Espíritu Santo, su presencia tiene un papel único en nuestras vidas, ya que Él es el responsable de conducirnos al Reino de los Cielos con discernimiento, sabiduría y fuerza para superar las adversidades cotidianas en este mundo y preservar nuestra fe y fidelidad a Dios.

Respecto a la necesidad de recibir el Espíritu del Altísimo, el obispo Edir Macedo, en una de sus notas sobre la fe en la Biblia Comentada, aclara que, antes de que el Señor Jesús fuera elevado al Cielo, Sus últimas palabras fueron sobre la promesa del Espíritu Santo, porque nos revestirá de poder y nos hará testigos de su resurrección.

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta los confines de la tierra”. Hechos 1.8

Aclara además que sólo aquellos que tengan la unción y la autoridad del Espíritu Santo podrán realizar Su voluntad. “Proclamar su Palabra sólo es posible con la unción y la autoridad del Espíritu Santo, ya que ellos [los siervos de Dios] enfrentan muchas objeciones y resistencias”, dice.

Supla la necesidad con el Espíritu Santo:

Lamentablemente, muchos son los que se dicen cristianos y desprecian esta necesidad de tener el Espíritu de Dios en sus vidas, y así ponen en riesgo su propia Salvación. Pero si entiende la importancia de revestirte del Espíritu de Dios y quiere recibirlo, ¡asegúrese de participar en el Ayuno de Daniel!

Este propósito de fe dura 21 días: comenzó el 19 de noviembre y se extenderá hasta el 10 de diciembre. 

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