Aquellas personas a las que usted ve exitosas, realizadas y vencedoras no tienen necesariamente más cualidades o talentos que usted. Pero todas ellas tienen algo en común: se atrevieron a creer.

No se quedaron en las sombras de la duda. No cedieron a los porqués, a los cómos, ni a las excusas. Fueron hacia adelante, se lanzaron se equivocaron, aprendieron, lo intentaron de nuevo — y no desistieron.

Usted puede tanto como ellas — sino más. Crea en Dios. Pero crea también en usted mismo. Y continúe caminando, siempre hacia adelante.

Venza al miedo por las actitudes a despecho de él. Venza a la incapacidad por lo aprendido que viene de los fracasos. Venza a lo imposible por la perseverancia.

Usted ya tiene todo lo que necesita. Basta conponerse en acción.